Remontada interruptus por errores de concentración
El Azuqueca dejó escapar dos puntos por culpa de dos despistes al final de cada tiempo. Partido jugado de poder a poder entre los rojinegros y el Albacete B, que necesitó mucha menor posesión para generarse sus oportunidades.
Pancorbo volvió a ejercer de nueve, cosa que se está convirtiendo en costumbre. Y por el momento, la apuesta dista de ser un disparate porque el capitán se ha adaptado bien a su nueva posición y además está teniendo fortuna de cara a puerta, en la tarde de hoy un doblete. Otra cosa es que desplazar a Pan del eje de la zaga esté provocando algún que otro desajuste defensivo como el que acarreó el 0-1 del cuadro manchego cuando aún no se habían consumido ni 10 minutos.
Pese al gol de Borja, los azudenses no se arrugaron y no tardaron demasiado en igualar la contienda tras una jugada de Pablito Rojo y Fuentenebro enviada a las mallas por... lo han adivinado: Pancorbo. Sus 198 centímetros traían de cabeza a la defensa visitante, que respiró aliviada cuando otro testarazo de Sergio era repelido por el larguero. La primera parte se consumía y el Azuqueca echaba en falta mayor claridad de ideas en la medular puesto que Chilo y Rober, sus hombres más clarividentes se mostraban intermitentes. La primera mitad tocaba ya a su fin cuando un error garrafal obligó a Tena a cometer (dudoso) penalti sobre Huertas. La pena máxima fue detenida por Javi Alonso pero en el rechace, Borja anduvo más avispado y puso el 1-2 antes de embocar el túnel de vestuarios.
El segundo tiempo fue otra historia. Obligado por el marcador, el cuadro de Manolo Alfaro tomó las riendas ante un Albacete agazapado y encomendado a una genialidad de Borja o alguna escaramuza de Alfonso o Lado. El técnico local movió el banquillo con hombres de refresco y el juego cada vez se desarrollaba más cerca de la meta defendida por Ropero hasta que en el minuto 63, Pancorbo aprovechaba un balón suelto del meta albaceteño para poner de nuevo las tablas en el luminoso del San Miguel. Ir al rechace es una tarea fundamental para un ariete, otro registro más en el repertorio del capi. La vorágine ofensiva del Azuqueca se mantuvo y tuvo como colofón el 3-2 ocho minutos después con algo de fortuna puesto que fue Sanjuan el que introdujo el balón en su propia portería. Hecho lo más difícil, los azudenses se dejaron amilanar por un Alba, que ahora sí se asomaba al ataque. Así, Javi Alonso realizó varias intervenciones de mérito hasta en el 90 ya no pudo con una falta lateral mal defendida que Ángel Moreno remató al fondo de la red. Así pues, buenas sensaciones pero remontada interruptus por errores de concentración.