Repetir esta fiesta la próxima temporada es posible

01/03/2011 - 23:58 Jorge Sánchez

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Foto: José Luis Algara
Dicen que lo importante es participar cuando uno pierde, pero perder como lo hizo el Quabit BM anoche en el Palacio Multiusos con el que dicen –y con más razón que un santo– es uno de los mejores equipos del mundo es algo más que participar. Guadalajara supo disfrutar y los cerca de 1.500 aficionados que, a pesar de la locura de horarios –otra vez entre semana con un grande–, poblaron las gradas del Multiusos salieron del pabellón satisfechos y a buen seguro que han dormido a pierna suelta y muy orgullosos por la batalla, el carácter y las ganas que le pusieron los chicos de Bolea, que al igual que el aficionado también habrán dormido enchidos de orgullo por todo el sudor derramado en el parquet ante gigantes vestidos de azulgrana. El resultado fue lo de menos porque sólo un loco podría pensar que los puntos se iban a quedar en Guadalajara, pero de lo que no había duda es de que estos jabatos que defienden los intereses de una ciudad que quiere seguir disfrutando de la magia del mejor balonmano se iban a dejar el alma en el intento.
Euforias y elogios aparte, el partido tuvo un dominador claro y, como no podía ser de otra forma, fue el Barça de Pasqui –portero del BM Guadalajara en la década de los noventa–, que se llevó una buena ovación del respetable. A medida que avanzaban las minutos la ventaja culé iba en aumento. De los cuatro goles, se pasaba a los cinco, después a los seis hasta que la locura se desató en el parquet. El Quabit defendía cada balón como si fuera el último y el Barça –aprovechando las rotaciones– se vio sorprendido. Tres goles consecutivos de Javi Suárez, Castellá –totalmente recuperado– y Epeldegui, y un paradón de Oliva en un siete metros de Juanín hizo que la renta fuera de sólo cuatro tantos. El portero sevillano paró otra pena máxima a Iker Romero y la afición y el equipo se crecían. El colofón llegó con un fly de Coque Fontenla que De la Salud remataba como los grandes. En el Multiusos se vivía ese momento que todos los aficionados al balonmano deseaban, gozar con la Asobal, un espectáculo al que también contribuyó el líder. Con el subidón local, Pasqui pidió tiempo muerto y apaciguó los ánimos para acabar esta primera parte con un dignísimo 14-19.

Misiles Rudovic
En la reanudación las hostilidades seguían siendo favorables al Barça, pero el Quabit no estaba por la labor de ponérselo fácil. Los goles de Rudovic demuestran que el montenegrino anda con el brazo suelto tal y como exhibió contra Puerto Sagunto, Alcobendas y anoche con el líder. No había forma de pararle y sus misiles hicieron que la renta se estancara en los tres goles (24-27). Y en el pabellón retumbaba la marcha Radetzky de Strauss como en Año Nuevo, Guadalajara se lo estaba pasando en grande. Era la fiesta del balonmano con mayúsculas. Pasqui apostó entonces por cambiar de portero y la mano de Saric se notó aunque también le echaron un cable los postes –dos consecutivos, uno de Reig y otro de Vidal–. Esa ayuda la aprovechó la máquina culé para volver a poner tierra de por medio (27-32).Los últimos compases fueron una locura de exclusiones porque las revoluciones estaban muy altas y en el pivote pasaba absolutamente de todo. Con 29-34 y sólo cuatro jugadores locales por las exclusiones de Rudovic y Vidal, Javi Suárez se sacó de la chistera un gol que encendió a la grada (30-34). La victoria era imposible, pero la satisfacción estaba siendo máxima y con eso había que conformarse. Pero quedaba el arreón decisivo donde el Barça supo calmar la euforia del Multiusos. Juanín y Entrerríos se hacían hueco para aumentar la renta. Nagy la zumbaba desde su casa para destrozar las redes y el omnipresente Víctor Tomás también se exhibía con un lanzamiento poderoso y ajustado. El marcador reflejaba un 30-38, igual de digno que si hubiera sido por cuatro goles menos como ocurrió la última vez que el Barcelona visitó una Guadalajara de Asobal. Hace 14 años de aquello y el espíritu sigue siendo el mismo. La próxima temporada Guadalajara se merece otra fiesta como la de ayer.

Ficha técnica:
QUABIT BM GUADALAJARA: Oliva (21%), Castellá (2), Reig (2), Redondo (-), Basmalis (-), Vidal (3), Valles (-), Jorge Gómez (17%), Fontenla (3), Marko Dzokic (-), Javi Suárez (3), Epeldegui (3), De la Salud (6) y Rudovic (8).

FC BARCELONA: Sjostrand (29%), Noddesbo (3), Juanín (9), Tomás (8), Entrerríos (4), Nagy (8), Rutenka (3), Saric (32%), Sorhaindo, Sarmiento (3), Romero, Jermenyr, Oneto, Igropulo

ÁRBITROS: Alberto García Rodríguez y Fernando Fernández Pérez (Andalucía) Excluyeron a Castellá, Redondo, Dzokic, Vidal y Rudovic. Por los visitantes a Tomás, Sarmiento, Nagy e Igropulo.

PARCIALES: 1-5, 2-7, 4-10, 7-13, 11-15, 14-19 –descanso–, 19-22, 21-26, 24-28, 25-30, 28-32 y 30-38

INCIDENCIAS: Multiusos de Guadalajara. Cerca de 1.500 espectadores.