Rossi y Lorenzo siguen con su emocionante pugna por el título

Y es que tras su triunfo en Estoril, Lorenzo se ha situado a sólo 18 puntos de su compañero de equipo y líder del Mundial, que, cuarto, se quedó fuera del podio por primera vez en la cita lusa. Ahora, con 75 puntos todavía en juego, todo es posible, por lo que el circuito de Phillip Island será decisivo.
El dominio de los dos integrantes de Yamaha es absoluto. Ambos se alternan en lo más alto del podio desde el Gran Premio de la República Checa y una victoria para cualquiera de ellos en Australia, la undécima para el equipo, igualaría la secuencia más larga de triunfos consecutivos para la marca japonesa en la categoría reina, una hazaña que logró en 2005 y 2008.
Pero tan grande es la supremacía de ambos sobre el resto como su rivalidad. Tras el golpe psicológico que asestó a Rossi en Estoril, el balear llega en trayectoria ascendente y con la clara intención de seguir presionando al líder.
Dos triunfos en 250cc (2006 y 2007) y el cuarto puesto del año pasado en su debut en la máxima cilindrada son los avales de Lorenzo en ‘La Isla’. Pero en sus 12 visitas a Australia en todas las categorías el actual campeón del mundo sólo ha dejado de ocupar el podio en una ocasión. Cinco victorias consecutivas en MotoGP (de 2001 a 2005) dan lustre a un gran expediente de Rossi en las antípodas, donde sin embargo, no ha conseguido ganar los tres últimos años.
Ya sin opciones de levantar el título, Dani Pedrosa (Honda) y Casey Stoner (Ducati) se centran en la lucha por conseguir la tercera plaza del podio final. El español, tercero en Portugal, quiere conservar la escasa renta (3 puntos) que tiene sobre el australiano, que busca su tercera victoria seguida en casa. Tras su caída en Indianápolis y su posterior décimo puesto en esa carrera, ha remontado el vuelo finalizando tercero en Misano y Estoril, pero sus recuerdos más recientes de Phillip Islands no son buenos. El barcelonés se fue al suelo el año pasado y debe remontarse a 2005 para encontrar una victoria allí, cuando corría en 250cc.

Las otras categorías
En el cuarto de litro, el japonés Hiroshi Aoyama (Honda) se encuentra ante su primera ocasión de proclamarse campeón del mundo, aunque que el nipón levantara el título en Australia sería una auténtica sorpresa. Necesita ganar y que Álvaro Bautista (Aprilia) no puntúe, que Marco Simoncelli (Gilera) no pase de la decimocuarta plaza y que Héctor Barberá (Aprilia) no supere el tercer puesto.
Si difíciles son las opciones de que el campeonato de 250cc se resuelva este fin de semana, todo lo contrario ocurre en el octavo de litro, donde el español Julián Simón (Aprilia) está a un triunfo, sin necesidad de tirar de calculadora, de cantar el ‘alirón’. Tras desaprovechar su primer ‘match point’ en Portugal, donde una caída echó por tierra unos números que en ese momento cuadraban, el de Villacañas tiene la oportunidad de resarcirse.