Seis de seis en el San Miguel
10/11/2012 - 21:41
Confirmado: el San Miguel es inexpugnable. Ni el todopoderoso Villarrobledo, uno de los favoritos de su grupo, pudo puntuar en casa del Azuqueca, que acabó imponiéndose por 3-1. Las cosas no empezaron demasiado bien para los rojinegros, que regalaron el dominio del esférico a los albaceteños.
A los dos minutos del encuentro, los visitantes ya pudieron adelantarse con un centro de Isma que despejó a banda Mata. Tres minutos después, fue Vilchez el que tuvo una clarísima para abrir la lata. Sin embargo, el delantero no supo definir un gran pase de Javi Gómez y mandó su disparo al lateral de la red. En el 17, Huete se atrevió con un fuerte disparo que se marchó a la derecha de la portería defendida por Javi Alonso. El Villarrobledo tenía al Azuqueca totalmente agazapado. De hecho, la primera oportunidad con peligro para los azudenses no llegó hasta el minuto 25.
Roberto Izquierdo lanzó un potente chut que sacó bajo palos el guardameta visitante. Bajo palos, el defensa envió a saque de esquina el rechace, que no encontró rematador. Tres minutos después llegó el tanto del Villarrobledo de la cabeza de Javi Gómez, que remató a la perfección un centro medido desde la derecha. El esférico acabó atravesando la línea de gol tras golpear al larguero. En el minuto 30, el Azuqueca, en una jugada muy parecida a la del gol del Villarrobledo, estuvo a punto de conseguir la igualada. Un córner botado por Manzano fue cabeceado por Tena, pero el balón se estrellón en el travesaño.
Los rojinegros no se achantaban y creían en la remontada. Cuando los albaceteños ya pensaban en el descanso llegó el 1-1. Una falta botada desde la derecha por Pascu fue despejada por el cancerbero visitante.
Sin embargo, Roberto Izquierdo, el más listo de la clase, metió la cabeza para lograr la igualada. Fue un duro golpe para el Villarrobledo, que veía cómo se le podía escapar el partido cuando lo tenía totalmente controlado.
Tras el paso por vestuarios, más de lo mismo: el conjunto albaceteño tenía el control del balón, mientras que los azudenses, muy bien colocados sobre el campo, lograban bastante peligro en jugadas a la contra. En el minuto 51, el Villarrobledo estuvo muy cerca de lograr el segundo, pero su disparo desde la frontal se marchó fuera. En la siguiente jugada llegó el momento clave del choque: la expulsión de Isma, que vio la segunda amarilla por tocar el balón con la mano.
Los albaceteños perdían a su hombre más peligroso en ataque. En el minuto 71, Roberto Izquierdo hizo el 2-1. Rafita, que se coló por banda derecha hasta la cocina, regaló el esférico al medio, que remató a placer. Tocaba mantener el resultado. Miguel López lo sabía y decidió dar entrada a Pablo en el centro del campo, un Juvenil que debutó con una muy buena actuación. Manzano, que retrasó su posición a lateral izquierdo, se hinchó a colgar balones al área del Villarrobledo, pero la defensa estuvo muy correcta y desbarató magistralmente el peligro.
Pero, a tres para el final, Javi Robledo, que acababa de entrar al campo, sacó petróleo de una jugada aislada. Él solito dribló a tres jugadores y, tras hacer una ruleta a lo Zidane, cayó derribado. El árbitro no se lo pensó: penalti. Esaú asumió la responsabilidad y le salió bien. Colocadita al palo izquierdo de la portería de Javi López para poner el 3-1 definitivo.