Seubert entra en el Guinness con sus dos goles seguidos al Quintanar del Rey
08/02/2011 - 10:16
Foto: N.A.
Como él mismo dice, medio en broma medio en serio, yo creo que lo que hice entra en el Guinness. Y lo cierto es que es difícil marcar dos tantos prácticamente seguidos como los que hizo Seubert ante el Quintanar del Rey el domingo, con los que el Marchamalo selló la goleada al equipo visitante. El partido acababa cuando, con un remate en plancha, el delantero gallardo acertaba. Nada más sacar de centro el adversario aprovechó el fallo en el control de un rival para golpear desde el centro del campo a portería, pillando al meta adelantado. Sólo unos pocos segundos de balón en juego entre un tanto y otro. Su último tanto, además, fue un golazo: No veía al portero, pero lo intenté. La pegué con la zurda, que no es la mía, y me salió mejor que si lo hubiera hecho con la derecha. Es de los mejores goles que he hecho en mi carrera. No marcaba un tanto así desde que era cadete, aunque lo he probado en varias ocasiones. También resultó importante para el punta porque al fin pudo celebrar un acierto con su afición: Ya era hora de marcar en casa.
¿Una decisión positiva?
Tras un invierno movido, parece ser que la decisión de quedarse en el Marchamalo ha resultado positiva. El futbolista cree, eso sí, que si ha sido una idea buena o mala se verá al final. De momento estoy a gusto y la gente me aprecia, me tratan bien tanto la directiva como los compañeros. Obviamente también han existido críticas, pero ello no le ha supuesto ningún problema. Me quedo con lo bueno, las críticas me sirven para mejorar. En cuanto a las aspiraciones gallardas de play-off, afirma que a todos nos gustaría estar entre los cuatro primeros, pero encontrándonos a seis puntos del cuarto pensamos en ir partido a partido. Si hacemos las cosas bien sabemos que podemos ganar. Opina, además, que a su conjunto se le puede exigir un rendimiento alto: Estar ahí es la obligación del Marchamalo. Me gustaría que estuviéramos mejor, pero estamos ahí. El camino se hace paso a paso, y el próximo es en el feudo del Socuéllamos, un campo que no le gusta a Seubert: No se puede jugar al fútbol. El balón no para de botar y es todo contacto y golpes. La lección del encuentro de Almansa nos debe servir para espabilar, pero ellos consiguen buenos resultados en casa.