Sin Esaú ni Kike Ureña, el Azuqueca viaja a Casas Ibáñez para retomar la senda de las victorias

18/02/2012 - 17:54 Rubén Martínez

No hay mal que por bien no venga. El inesperado resbalón del sábado pasado en el San Miguel ante el colista (1-1) debe servir para abrir los ojos al Azuqueca, que este domingo juega en el campo del Atlético Ibañés desde las 16.00 horas. Ese empate ante La Gineta cuando todo parecía franco para obtener los tres puntos viene a ratificar aquello de que no hay rival pequeño. Además, tal y como refrendan la gran mayoría de entrenadores, nunca viene mal un aviso, un ‘tortazo’ para mantener los pies en el suelo y no dejarse llevar. Para mantener la tensión al máximo en pocas palabras.
De todas formas, tampoco puede decirse que fuera una jornada negativa para los intereses azudenses puesto que sus rivales también fallaron y la distancia con el quinto clasificado –el primero de los que no juega play-off– no solo no ha menguado sino que se ha acrecentado hasta los siete puntos. La clasificación se ha partido definitivamente. Tras los cuatro primeros, es decir Almansa, Gimnástico y Azuqueca –el Villarrobledo, líder destacado, juega en otra Liga– el grupo perseguidor se encuentra a siete puntos (Albacete B, Villarrubia e Illescas), ocho (Madridejos) y nueve (Quintanar del Rey) respectivamente.
 
Daños colaterales
Dejarse dos puntos en el camino fue un mal menor si se compara con una pérdida mucho más significativa y preocupante, la de Esaú. El exdelantero de Marchamalo y Horche entre otros es hoy por hoy insustituible en este Azuqueca. Se destapa como la indiscutible referencia ofensiva del cuadro rojinegro pero ahora, los azudenses tendrán que sobrevivir sin él. Tras recibir un ‘encontronazo’ con un jugador de La Gineta recayó de sus molestias en la rodilla y ahora deberá aguardar al menos un par de semanas en el dique seco, ante Ibañés y Almansa. Y tampoco podrá jugar Kike Ureña, que estará aproximadamente dos meses fuera de los terrenos de juego recuperándose de la rotura de cuatro costillas.
Casi con total seguridad será Isra el que sustituya a Esaú en la punta de ataque pero lo evidente es que Miguel López deberá modificar la disposición del equipo. Roberto Izquierdo, Pascu y Javi Hernández –que regresa tras cumplir ciclo de tarjetas– deberán asumir galones y acaparar mayores responsabilidades en labores ofensivas. En esta tesitura y con la mosca detrás de la oreja por las dichosas lesiones, el Azuqueca visitará Casas Ibáñez. Enfrente estará un rival venido a más en las últimas jornadas pero incapaz de despegarse de la zona de descenso. Los rojiblancos marchan actualmente en la décimosexta posición de la tabla, tan solo tres puntos por encima del descenso por ello no pueden dormirse en los laureles.
 
Un rival al alza
El equipo de Deogracias Pérez atraviesa un buen momento. Viene de empatar en Manzanares y ganar en casa al Quintanar del Rey. De hecho es en su feudo donde han cosechado mayores réditos (concretamente el 72% del total de los puntos que ostenta, es decir 18 de 25). Además el cuadro azudense deberá tener muy vigilado a uno de los centrocampistas más habilidosos y desequilibrantes de la Tercera División: Isma Quiñones. Fuera de eso, quizá son los tres delanteros (Eusebio, José Eduardo y Josete) sus futbolistas más peligrosos. Aún así, el talón de Aquiles del Atlético Ibañés sigue siendo su defensa, la segunda más goleada de la Liga.
Poniendo las cartas sobre la mesa, tal vez el Azuqueca parte con el cartel de favorito pero eso le jugó una mala pasada ante La Gineta. Paradójicamente, los de Miguel López han cosechado peores resultados ante los equipos de mitad de la tabla para abajo. Por ello no se fían y pondrán toda la carne en el asador para sacar un resultado positivo y coger carrerilla antes de encarar dos jornadas de aúpa ante los dos primeros clasificados, Almansa y Villarrobledo.