Smith, la estrella silenciosa de un CB Rayet carente de figuras

Decía el ex seleccionador nacional español de baloncesto Javier Imbroda hace unos años que el ala-pívot madrileño Jorge Garbajosa era “la estrella silenciosa de la selección”. Un jugador sobrio, tal vez no espectacular y cuyo tipo de juego el aficionado medio al baloncesto no valora como es debido a simple vista, pero que aporta mucho y en muchas facetas a su equipo. Salvando las distancias, algo similar puede decirse del alero estadounidense del CB Rayet DeForrest-Riley Smith.

El juego del americano no es espectacular, sino más bien sobrio, al igual que su comportamiento en la pista. Smith no es especialmente atlético ni alto ni fuerte, ni parece tener unos fundamentos extraordinarios, un tiro fantástico o una gran capacidad de liderazgo. Pero los números demuestran que el silencioso escolta brilla pese a que su juego parezca mate. Tanto que se ha convertido, partido a partido, en el referente de un equipo en apuros como es el actual Rayet, en su líder.

 

Las estadísticas prueban la importancia de un baloncestista que se encuentra entre los mejores de la competición. Smith es el decimoquinto más valorado de la liga, muy por delante en esta significativa estadística del resto de sus compañeros, algo por otro lado normal en un bloque que cuenta con jugadores competitivos pero carente de estrellas. Basta con decir que Raúl Lázaro, el siguiente en la lista, ocupa la cuadragesimoséptima posición.

Desgranando sus números se puede comprobar de manera fehaciente la importancia de Smith, el mejor de su equipo en prácticamente todas las facetas. A saber: máximo anotador (13 puntos de media), mayor asistente (2,32) y ladrón de balones (1,68 robos por partido), jugador que más minutos disputa (29:09) y hasta mejor taponador (0,24).

El alero también es un buen lanzador de tiros libres (81,08%, segundo mejor del equipo tras Jorge Barra) y de tiros de dos (tercero con 51,63%). Sin ser fantástico su porcentaje de acierto en triples, 31,65%, también es el tercero más alto de la plantilla. En rebotes, pese a tratarse de un jugador exterior, es sorprendentemente el segundo (4,08 de promedio) después del pívot Pablo Rodrigo.