Tercera jornada consecutiva sumando para el Depor

21/10/2012 - 09:34 OptaSport

Hércules y Guadalajara empataron a cero en un partido insulso en el que los dos contendientes hicieron votos suficientes para descender de categoría la próxima temporada. No obstante, este punto sabe bien al conseguirse en inferioridad numérica y porque supone la tercera jornada consecutiva sin perder por parte de los de Carlos Terrazas que, poco a poco, están adquiriendo la confianza suficiente para enderezar el rumbo perdido.
Comenzó el encuentro con los dos equipos sin querer arriesgar, intentando valer su teórica fortaleza defensiva. Con todo, los primeros instantes de juego fueron para los locales, que trataron de controlar la posesión de balón dominando el centro del campo. El Guadalajara, por su parte, buscó sorprender a los de Mandiá desbordando por las bandas, con un Cristian muy activo en este inicio. El partido se jugó en este primer tercio del tiempo reglamentario en la parcela central, con algún amago de contraataque por ambos equipos, aunque sin representar una auténtica amenaza ofensiva. La primera ocasión clara del partido cayó del bando visitante en el minuto 14, gracias a un buen balón que Jony cedió a Vicente por el centro de la zaga blanquiazul, pero que el exherculano no supo culminar, saliendo su disparo lamiendo la cepa del poste de la portería anfitriona. Los alicantinos (hoy de rojiblanco, con la camiseta del 90 aniversario del Club) trataron de sacudirse el peligro morado tratando de presionar la salida de balón del Guadalajara, aunque sin acierto.

En pleno acoso de los de Terrazas, un hecho pudo cambiar la suerte del encuentro en el minuto 23. El visitante Vicente propinó un codazo en el rostro de Pere en una acción sin ninguna trascendencia, pero fue justo delante del colegiado Pérez Pallas, que expulsó con roja directa al ex del Hércules. Tras la expulsión, los de Mandiá se volcaron sobre la meta de Toño Ramírez aunque con más intención que efectividad. De hecho, fueron los alcarreños los que más pisaron el área rival en los siguientes minutos, lo que provocó el enfado de la afición alicantina, que silbó constantemente a los suyos. Y es que, en honor a la verdad, los alcarreños, incluso jugando con un hombre menos buena parte del tiempo, fueron mejores que su adversario de ayer tarde. Lo más reseñable del final de estos primeros 45 minutos fue un saque de falta botado por Arbilla en el minuto 39, que despejó a córner Toño en una gran estirada cuando el balón ya parecía entrar por la cruceta de la meta alcarreña. Con el marcador inicial y con todo por decidir nos fuimos al descanso.

Tras el reglamentario paso por vestuarios, los de Mandiá salieron con mayor agresividad en busca del primer gol del encuentro, encerrando a los visitantes en su propio campo. De todos modos, pese a la mejoría en el juego local, no se registraron ocasiones claras de gol para ningún bando en estos primeros minutos de la reanudación, salvo un cabezazo de Gilvan a centro de Pere en el minuto 60 que salió muy cerca del poste de la meta visitante. Los morados, poco a poco, se intentaban sacudir la presión alicantina, y en un contraataque hubo una jugada en el área local que pudo ser clave para el resultado final, pues el colegiado no vio penalty en unas claras mano del central local Cabrera. Los de Terrazas se vinieron arriba con esta acción, y Javi Barral pudo desequilibrar el encuentro en el minuto 73, pero su remate de cabeza salió rozando el larguero. El encuentro era de poca calidad, y si tenía algo de emoción era por el empate que campeaba en el electrónico, no por el juego de las dos escuadras, que parecían jugar a no perder en vez de a ganar. Aún así, los anfitriones siguieron con su dominio del balón, aunque, como ya hemos dicho, sin crear ocasiones de peligro. Los minutos pasaban, el público comenzaba a abandonar el estadio, y lo más justo era lo que dictaba el resultado: un pobre empate a cero entre dos equipos que en el total de la contienda demostraron el porqué de su clasificación. En definitiva, un partido que no pasará a la historia, salvo por el hecho de celebrarse hoy el 90 cumpleaños de la entidad alicantina y el abandono temporal del farolillo rojo por parte de los alcarreños.