Tokio Kará: Covid-19
Sin duda estos Juegos están marcados por la pandemia del COVID-19. No sólo es el retraso de un año, algo que estaba fuera de cualquier tipo de previsión, todo el desarrollo del evento está siendo condicionado fuertemente por la propagación de la enfermedad. Hace meses posponer los Juegos al verano de 2021 se planteaba como el evento mundial de celebración de la derrota del virus, y puede que así sea en gran parte del globo, pero no va a ser un evento completo en este aspecto. La ausencia de público extranjero, cuando no está asegurado todavía el japonés, va a hacer que la celebración no sea completa. Faltarán algunos países sin saber ciertamente si por motivos sanitarios o políticos, el país vecino de Corea del Norte, por ejemplo.
El crecimiento de la pandemia sigue en Japón, esto ha hecho que se extienda el estado de emergencia hasta junio. Durante estos días se han registrado los máximos de contagios registrados desde el inicio de la pandemia, más de 7.000 casos diarios. En Tokio han llegado a 1.100, el máximo desde enero. La declaración del estado de emergencia en la práctica supone que no se sirve alcohol en los establecimientos de comidas, y que algunos establecimientos como grandes almacenes estén cerrados o cierren antes del horario habitual. Prácticamente todas las medidas son recomendaciones, por ejemplo, se sugiere a los establecimientos de mas de 1.000 metros cuadrados que cierren y si cierran tienen ayudas, si no cierran no. También se recomienda el teletrabajo pero se nota poco en la ocupación del transporte público o del tráfico. Sin embargo hay algunas medidas que se están suavizando respecto a pasados declaraciones de estado de emergencia como el aumento del aforo de la asistencia a eventos. Lo que más diferencia las normas con España o con otros países es el llamamiento a la responsabilidad sin obligación. En el listado de preceptos una de las frases que más se puede encontrar tanto dirigida hacia personas como a empresas es «solicitud de autocontrol».
Luego hay otras medidas que nos pueden sorprender un poco. En Tokio se recomienda a cualquier persona que pueda tener aparentes síntomas de la enfermedad que acuda a uno de los hoteles habilitados para aislarse. Allí tendrá alojamiento, comida, televisión y acceso a internet sin ningún tipo de coste hasta ver si tiene la enfermedad. Si la tiene y no necesita acudir a un hospital también puede permanecer allí hasta que dé negativo en las pruebas.
Y con todo esto y pese a los estereotipos que podemos tener con la cultura japonesa, tampoco es extraño ver cualquier tarde o noche en cualquier rincón grupos de jóvenes bebiendo sin mascarillas y sin guardar distancia entre ellos.