Tokio Kara: Listos...
Se ha vuelto a declarar el Estado de Emergencia en Tokio y con ello la imposibilidad de asistencia de público a los Juegos. Paralelamente se había realizado un estudio con supercomputadores sobre el riego de contagio en el Estadio Olímpico con la cifra prevista anteriormente de 10.000 espectadores y el resultado dio cero. El ritmo de vacunación en Japón es de los mayores del mundo se están inoculando más de un millón de dosis diarias. Como se empezó tarde con la campaña de vacunación, pese a estos asombrosos números la población con 2 dosis es del 20%.
El número de casos actual por 100.000 habitantes a 14 días es de 20 —sí diecisiete, no 120 ni 200— muy lejos del 66 de mediados de mayo, no existiendo ahora mismo ningún problema de saturación en hospitales. Todo esto hace que muchos no entiendan la postura del Gobierno parece que contraria a la del Gobierno Metropolitano de Tokio que es a la larga el principal perjudicado por la medida. Y también por eso y quizás por la evolución de las encuestas el primer ministro ha dicho que las medidas se podrán revertir en cualquier momento según la evolución de la situación.
En octubre hay elecciones a la Dieta de Japón —las cámaras de mayor poder del estado a semejanza de Congreso y Senado españoles—, y hace unos días se celebraron las locales con no muy buenos resultados para la gobernadora actual de Tokio. quizás esto aclare un poco la situación. En todas partes cuecen habas.
El rechazo de la población a los Juegos cada vez es menor, de solo un 14% de apoyo incondicional se ha pasado en un mes a más de un 30%. La experiencia dice que cuando empiecen las competiciones el rechazo será mínimo. Me viene a la memoria la amenaza terrorista de Londres, la situación en Rusia o el virus zika de Río. Se da la circunstancia de que lo que realmente no quieren la mayoría de los japoneses es que los Juegos se celebren en este momento, no que no se celebren. Pero si se da por hecho que la opción del nuevo aplazamiento no existe y que si no se celebraran este mes la próxima cita sería la de París la cosa cambia. En las encuestas en las que sólo se da la opción de celebración o cancelación gana mayoritariamente la celebración. Japón tiene mucha población, y la afición a fotografiar todo puede que sea un estereotipo, pero la cantidad de gente que se acerca a fotografiar las sedes por fuera no la había visto en otras citas.
Mientras tanto las gradas de las sedes, muchas de ellas construidas de forma temporal, lucen ya engalanadas y dispuestas para contemplar la competición vacías de público.