Traca rojilla en la fiesta del Quabit BM

21/05/2012 - 11:50 Jaime Valladolid

Con Quabit BM y Huesca salvados, el partido se vivió como una auténtica fiesta con un escenario improvisado, el Municipal David Santamaría, que vibró en el primer encuentro que acogía esta temporada y en último en casa de los verdiblancos.
El conjunto alcarreño pronto cogió el mando del choque, gracias al acierto en el tiro exterior de Rudovic y a la efectividad goleadora de Sergio De la Salud. Así, en el minuto 15, la diferencia ya era de cuatro tantos (10-6). Un tímido Huesca amagó con la reacción, pero se encontró con el poderío de la tarántula “Gómez”. Dos chicharros de Valles, que encendieron a un público mayoritariamente joven, sirvieron para implantar de nuevo el dominio del Quabit BM y lograr una ventaja de seis goles (15-9) cuando corría el minuto 25. Esta diferencia se mantendría hasta el descanso (17-11). Tras el paso por vestuarios, el cuadro oscense logró acortar distancias por mediación de Federico Vieyra y Sergio De la Salud falló una pena máxima. Sin embargo, nuevamente Gómez, con varias intervenciones meritorias, y Reig y Parra, en dos buenas contras, fulminaron la buena reanudación rojilla. Dos goles de un rapidísimo Marco Escribano redujeron la ventaja a 20-16 y el entrenador local, Fernando Bolea, pidió tiempo muerto. No quería sobresaltos. Dos cañonazos de Álvaro Ruiz hicieron que la utopía del Huesca llamase a la puerta del David Santamaría (20-18). En ese momento apareció el “emperador” Epeldegui para despertar a la afición blanquiverde.
 
Un mal presagio
En su camino hacia la remontada, el Huesca llegó a ponerse 21-20, pero De la Salud, Fontenla y “La Leyenda” Garralda, en dos ocasiones, volvieron a instalar la calma en el marcado (25-21). El Municipal volvía a ser una fiesta al ritmo del Danza Kuduro. Pero en toda celebración siempre tiene que haber un aguafiestas. El conjunto oscense decidió que era el momento y asumió ese papel a la perfección y como más duele, a la contra. Tres tantos de Álex Álvarez, Carlos Grau, también por partida doble, e Ibai Cano le dieron la vuelta a la tortilla (25-27) a uno para el final. Una lástima. No había tiempo para la remontada. Tres minutos le bastaron al Huesca para llevarse un partido que estuvo en el bolsillo del Quabit BM durante 27. El balonmano es así.
 
Reconocimiento de la grada
Sin embargo, tras la conclusión del choque, la afición alcarreña supo reconocer con un aplauso unánime el gran esfuerzo del Quabit BM durante toda la temporada en una categoría tan exigente como la Asobal, en la que seguirá jugando la próxima campaña. Pese a que la gloria del partido se la llevó el Huesca, el auténtico protagonista fue el conjunto blanquiverde que celebró por todo lo alto su último partido de la temporada en casa. Fue la fiesta de un equipo, de un club y de una ciudad que arropa a su único representante en la máxima categoría de todas las disciplinas deportivas. Fue también el día de las jóvenes promesas del Quabit BM, que recogieron de la mano del alcalde capitalino, Antonio Román, y del concejal de Deportes, Eladio Freijo, varios regalos como reconocimiento a su entrega y sacrificio.
 

QUABIT BM GUADALAJARA: Jorge Gómez (49%), Garralda (2), De la Salud (5), Epeldegui (1), Fontenla (2), Edu Reig (4), Rudovic (3)-equipo inicial- Basmalis (2), Castellá (1), Chyro Blazevic (3), Sergio Valles (1), Javi Parra (1), De la Rubia y Jorge Oliva.

 

BM HUESCA: Julio Rodríguez (20%), Esteban, Pesic (2), Ibai Cano (1), Escribano (5), Marco Mira (2) -equipo inicial- Montero, Matías (2), Alex Álvarez (7), Álvaro Ruiz (4), Tremps (1), Grau (2), Saubich, Fernando Pérez (50%)

 

ÁRBITROS: Manuel Casado y Manuel Vera. Amarillas por el Quabit a Javi Parra, Epeldegui, Garralda y Valles. Por el Huesca a Esteban, Álvaro Ruiz, Escribano y Mira. Excluyeron a De la Salud, Blazevic, Valles, Pesic, Álvaro Ruiz (2) y Mira.

 

PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 3-2, 6-4, 10-6, 11-8, 15-9, 17-11 (descanso) 19-13, 20-15, 21-18, 23-20, 25-23, 25-27 (final)

 

INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la jornada 29ª de la Liga Asobal, disputado en el polideportivo David Santamaría de Guadalajara, ante unos 700 espectadores.