Un gol en el 91 sentencia al Marchamalo
El Marchamalo cayó derrotado de la forma más dolorosa ante el Ciudad Real en un partido que se resolvió en la segunda mitad con tres goles a balón parado tras un insulso primer periodo. Aunque con objetivos opuestos, ambos conjuntos se jugaban mucho y esa presión se notó durante el partido, especialmente en el primer tiempo, cuando no se registró ni una sola ocasión de peligro. Los dos equipos apelaron al orden y la disciplina, evitando errores. El Ciudad Real dispuso de más posesión de balón, ante un Marchamalo bien organizado atrás y que arriba buscaba el acierto goleador de jugadores determinantes como Cabanillas, Manolo o Rafa Espada. En este contexto, los minutos fueron pasando y las ocasiones brillaron por su ausencia. Así, se llegó al descanso con el marcador inicial.
Tras la reanudación, el Marchamalo movió pieza y dio entrada a Mario por Rafa Espadas, buscando una mayor profundidad. El propio Mario disparó alto en el minuto 52 tras una buena acción por la banda izquierda de los visitantes y, en la siguiente acción, se quedó solo ante Mena, pero optó por pasar a Cabanillas, que estaba en fuera de juego, desperdiciando otra buena oportunidad.
Y cuando más apretaba el Marchamalo, Jesute tiró de oficio para proteger el balón y ser derribado por un defensor en el área. El colegiado no lo dudó y señaló la pena máxima, transformada por el delantero ciudadrealeño, que tomó la responsabilidad después de que Crístofer fallase una pena máxima hace dos semanas.
El propio Jesute la tuvo poco después, pero Sebas estuvo muy rápido y salió a sus pies, atajando el balón. El partido se había abierto y pudo empatar el Marchamalo en el minuto 63, en un fallo en una salida de Mena en un centro lateral que Palencia, completamente solo, envió alto. En el minuto 71, llegó el tanto del empate, cuando Luis Campos se tropezó cuando intentaba robar el balón a Mario, el balón le dio en la mano y el árbitro señaló penalti. El killer Cabanillas no perdonó con un disparo seco ajustado al palo.
El empate era claramente insuficiente para ambos conjuntos y el choque terminó por decantarse para los locales. Al filo del minuto 90, De la Plata lo intentó con un disparo que se fue fuera por centímetros, justo antes de que Jesute fuese derribado en la frontal. Juanfri se sacó de la chistera un ajustado lanzamiento de falta directa que suponía el 2-1 para decepción de un Marchamalo que mereció más.