Un Quabit peleón le aguanta 20 minutos al Barcelona

Con el piloto automático, especialmente en la segunda parte, se impuso el potente Barcelona ante el Quabit Guadalajara en el David Santamaría por 14 dianas de diferencia (21-35). La victoria azulgrana se cimentó en una buena defensa durante la primera parte y en un ataque demoledor a lo largo del segundo período que le permitieron abrir la brecha definitiva en el electrónico. Solamente hubo batalla real durante 20 minutos. Merced a la profundidad de su banquillo, los pupilos del reaparecido Xavi Pascual no notaron el cansancio de haber disputado partido de Liga de Campeones el pasado jueves.

Los locales lograron competir de tú a tú en el primer tercio del partido pero el físico no les alcanzó para más. En el arranque de partido, el liderazgo a base de goles de Arthur (cinco goles en total) mantuvo a los morados enganchados en el marcador. Los azulgrana, esta vez de rosa, no se mostraron atinados frente a Saeid y las rentas empezaron exiguas para los catalanes. El 7-10 que reflejó el marcador a los 20 minutos hicieron albergar alguna esperanza a los hombres de Mariano Ortega. Los morados incluso supieron sortear bien la primera inferioridad para no perder comba en el marcador. Sin embargo, Xavi Pascual varió su defensa a un 5:1 con el que cerró las líneas de pase y dificultó los ataques alcarreños.

La posibilidad de correr al contragolpe permitió a los catalanes irse al descanso con la máxima renta hasta ese instante (10-15). En la reanudación, un nuevo parcial 0-3 del Barcelona terminó de abrir la brecha definitiva en el marcador. El veterano Hombrados no fue capaz de neutralizar la tormenta perfecta que había desatado el campeón en ataque. A la dirección de Palmarsson se sumaron los goles del capitán Entrerríos y de un inspirado Mem. Desde la portería visitante, el toledano Pérez de Vargas (45 por ciento de efectividad) también contribuyó a sellar la meta, y la distancia se amplió así hasta los ocho goles de diferencia en los primeros compases de la segunda parte.

Con 15-23 en el luminoso, Mariano Ortega pidió tiempo muerto en pos de refrescar las piernas y las ideas de los suyos. El Barcelona había comenzado a correr en transición y acortando sus ataques para ahorrar esfuerzos. Los latigazos del esloveno Dolenec o de su compatriota Makuc castigaron la defensa morada a la que empezó a pesar el desgaste físico del encuentro. A poco más de ocho minutos para el final del encuentro, la diferencia alcanzó por primera vez la decena (19-29) después de que el jovencísimo Diocou se sumase a la fiesta con el primero de sus tres goles.

A partir de ahí, Mariano Ortega rotó aún más el banquillo y dio minutos para el fogueo de los más jóvenes ante el temible equipo catalán. En esa faceta, destacó la entrega de Álex López y Román, que, además, colaboró con dos goles en el tramo final del envite. La nueva goleada de los azulgranas les sirve, además, para refrendar el liderato al frente de la Liga Sacyr Asobal, ya que cuentan por victorias sus cuatro encuentros. Por su parte, el Quabit Guadalajara encadena su tercera derrota en el que, por otro lado, fue su estreno en casa, un escaso botín para un joven equipo que necesita muchas horas más de vuelo para crecer.

Ficha técnica

Quabit Guadalajara: Saeid, Paredes (3), Arthur (5, 3p), Savini (1), Mouriño (1), Dariel García (4, 2p), Gallardo (1) -siete inicial-, Hombrados, Javi Rodríguez, Bodí, Sanz, Román (2), El Korchi (2), Romanillos (1), Álex López y Tito Díaz (1).

Barcelona: Pérez de Vargas, Mortensen (4, 2p), Janc (1), Mem (5), Sorhaindo (1), Palmarsson (4), Fábregas (1) -siete inicial-, Möller, Luis Frade, Entrerríos (3), Diocou (3, 1p), Dolenec (5), Ariño (1), Makuc (4), Langaro (3) y Petrus.

Árbitros: Monjo Ortega (Comité madrileño) y Soria Fabián (Comité valenciano). Excluidos los locales Arthur, Dariel García, Paredes y Romanillos, y los visitantes Luis Frade (2), Dolenec, Fábregas, Janc y Petrus.

Parciales cada cinco minutos: 1-4, 5-7, 6-9, 7-10, 8-12, 10-15 (descanso), 11-18, 14-21, 17-25, 19-27, 20-32 y 21-35.

Cancha: David Santamaría. A puerta cerrada.