Un salvavidas con viento de Levante

Cuarenta minutos separan al Gestesa de la gloria, más que necesaria, para seguir vivo o del infierno al que nadie quiere volver. A los de Sánchez Rozas no les vale las medias tintas y un empate sería insuficiente. La victoria debe ser su único leit motiv si quieren seguir disfrutando de la División de Honor. La tensión, el compromiso, la presión y los nervios estarán a flor de piel sobre el parquet y las gradas del David Santamaría, que lleva tiempo deseando vibrar con una victoria de uno de sus inquilinos más queridos. El club ha movido ficha de forma acertada y como no puede reforzarse hasta que se abra el mercado de invierno, aunque ya está sondeando cómo está el bazar de fichajes, ha pensado en cargar las pilas de sus tristes –por ahora– jugadores y motivarles con una interesada mudanza del gigantesco Multiusos a la olla a presión que puede ser el municipal, aunque para eso es necesario que la afición acompañe y condene a los suyos en uno de los trances más importantes de su historia. La victoria mantiene viva la ilusión; la derrota mandaría todo al garete. La plantilla, que ha entrenado más fuerte e intenso que nunca –como inició la pretemporada cuando pensaba en la Supercopa–, está concienciada y sabe todo lo que se juega hoy. Aunque cada uno tendrá un partido importante es la historia del club: el primer ascenso en Cartagena, la agónica e interminable tanda de penaltis contra Burela en el play-off por la permanencia, después llegaría la eliminatoria contra Tres Cantos que hizo que los morados salvaran la categoría, o los play-off con Móstoles donde los madrileños rompieron el sueño de regresar a Honor, algo que sí se conseguiría una temporada más tarde en Tres Cantos. Han sido muchos, pero para algunos, entre ellos el que suscribe, éste es decisivo en la continuidad de un proyecto humilde que está luchando contra un muro de hormigón. Una derrota dejaría a los morados hundidos moral y deportivamente. Serían tres puntos que no suma y que cede a un rival directo, que mucho deberían cambiar las cosas para que no esté en la pomada al final de la temporada. Si Playas gana, además fuera de casa, Gestesa se quedaría a nueve puntos, una distancia prácticamente insalvable, aunque matemáticamente quedasen un sinfín de jornadas. De no mantener la categoría, por desgracia, su futuro estaría en el aire. Pero, ante un partido así no se puede pensar en una derrota y la victoria del Gestesa –hoy toca– haría cambiar la dinámica y creer en el resurgir de este ave fénix que más de una vez ha renacido de sus cenizas. Hoy debe ser uno de esos días.