Una derrota calcada y novedosa a la vez, la del Balonmano Guadalajara, este viernes

14/03/2015 - 15:46 Juanjo Ortega


Balonmano Guadalajara 29 Anaitasuna 35 Viernes 13. Y la pareja arbitral desquiciando a la parroquia local excluyendo a Ignacio Peciña y a Juanlu Moyano en apenas 39 segundos. Con este panorama no es de extrañar que Helvetia Anaitasuna hollase por primera vez la cumbre de Guadalajara. Porque, este equipo que este curso sueña con Europa nunca había conocido las mieles del triunfo en La Alcarria, hasta este viernes. Porque este viernes, todo cambió. O quizás podríamos decir que apenas nada cambió. ¿Por qué? Porque el Balonmano Guadalajara volvió a ser víctima de una mala primera parte. Un periodo del que salió con una renta de siete goles en contra. Una losa demasiado grande a pesar de arreones parciales en la segunda mitad. Vamos, lo mismo que sufrieron los morados siete días atrás en su visita a Zarazoga para medirse al Balonmano Aragón.
Al menos, los aragoneses perdieron ante el Granollers y la distancia sobre el descenso se mantiene en cuatro puntos, si bien la preocupación parece querer entrar en el David Santamaría. Una preocupación que se notaba ya desde el inicio. Porque aunque los de César Montes aguantaron las primeras acometidas de Aanaitasuna de la mano de Peciña y, sobre todo Moyano; lo cierto es que el 5-1 planteado en defensa por los de Iñaki Ániz parecía ser más sólido que el trabajo defensivo local. A punto de llegar al ecuador del primer acto y cuando los navarros empezaban a distanciarse en el electrónico (7-10), Montes paró el encuentro por primera vez para aclarar las ideas en ataque.
Objetivo que no logró
Anaitasuna, sin llegar a enamorar con su juego, era un martillo pilón, efectivo y resolutivo. Un siete metros transformado por Castro disparó la máxima ventaja hasta los siete goles (10-17) y provocó el segundo tiempo muerto del Balonmano Guadalajara. Los alcarreños volvieron a la pista mordiendo más en defensa lo que les permitió un par de robos y contragolpes, pero entonces emergió la figura del meta Lorger quien apagó el conato de rebelión con una gran intervención.
El último minuto de ese primer acto fue un resumen de toda la contienda. Anaitasuna preparó un último ataque desde la pizarra, Nodoveza lo ejecutó a falta de 20 segundos y, en la acción siguiente, la precipitación local generó una pérdida y otro gol en contra. En total, 13-20 y la sensación de que sólo un milagro podía cambiar el curso de los acontecimientos. Tras el paso por vestuarios, hubo ganas, rabia y hasta una mejoría defensiva; pero milagros ni se atisbaron por el David Santamaría. El Anaitasuna siguió aprovechando la debilidad de la defensa alcarreña, llegando a acumular una distancia de 10 goles (17-27). Sin embargo, cuatro aciertos seguidos de Edu Reig protagonizaron un tercer parcial de 4-0. Los morados se metieron de lleno en el encuentro y recortaron la distancia. Guadalajara convenció en la segunda parte pero sólo consiguió maquillar el resultado por unos minutos hasta el 29-35 final