Una gran primera parte no es suficiente
20/10/2013 - 10:13
No pudo el Guadalajara hacerse con la victoria en tierras leonesas ante un Ademar de León que se estrenó como local en un encuentro donde los de Garralda dominaron media hora y sufrieron en la segunda parte. Con todo, las sensaciones siguen siendo buenas y el resultado se antojó excesivo.
El partido arrancó muy parejo, con los dos equipos tratando de imponer sus bazas. Los alcarreños jugando un estático lento, buscando hacer daño desde las entradas en segunda línea mientras que los maristas buscaban correr a la contra. Sin embargo, los principales fallos provenían de los locales, lo que hizo que el equipo de Mateo Garralda se escapar con 4-6 en el tanteador. Anotaba con facilidad Víctor Vigo desde la primera línea ante la pasividad defensiva de un Ademar desconocido en su casa. Una renta que los visitantes lograron conservar con un convincente juego ofensivo. No fallaban los laterales Víctor Vigo y Jorge Silva, dos auténticos martillos pilones para los intereses del Ademar. Cada vez que los leoneses trataban de remontar y equilibrar el resultado, ahí aparecían los laterales para poner tierra de por medio. Sin embargo, el Ademar consiguió volver al partido con la entrada del gigante Tatarintsev, un jugador que marca diferencias desde el puesto de lateral.Las constantes ayudas para frenar sus lanzamientos sirvieron al Ademar para generar unos espacios que antes no existían. Por ahí empezó a perder la ventaja el Balonmano Guadalajara.Pero el Guadalajara había ido a luchar hasta el final y en un poco más de medio minuto Víctor Vigo, inmenso en la primera parte, anotó un doblete para poner las tablas antes del paso por vestuarios.
Nada tuvo que ver la primera parte con el arranque del segundo acto. Los de Dani Gordo empezaron muy serios, anotando un parcial 4-0 que desequilibraba el choque desde el comienzo. Un parcial solo frenado por un tanto del brasileño Pozzer. Los de Garralda se estrellaban contra el entramado 5-1 planteado por Dani Gordo en el Ademar. Guadalajara vivía en un peligroso filo de la navaja, con el Ademar dando siempre la sensación de poder romper el partido. Necesitaban mucho los leoneses estrenar su casillero de victorias como locales y se notaba en jugadores y afición. A falta de doce minutos, Garralda gastaba su último tiempo muerto ante la perspectiva de que se escapase la victoria.
Los últimos diez minutos fueron un casi dejarse ir por parte del Ademar. Los locales pusieron la puntilla desde los siete metros, jugando lento, buscando los espacios ante un equipo que intentaba remontar a la heroica.
Por si fuera poco, Asanin puso el cerrojo en la portería para arreglar un pésimo partido por su parte. Un rodillo marista que no pudo contestar el cuadro manchego por falta de piernas. Y es que Mateo Garralda tuvo que utilizar mucho tiempo a sus mejores piezas en la primera parte para mantenerse vivos. Un desgaste que los visitantes pagaron con el paso de los minutos y que les alejó de las posibilidades de victoria.