Una noche para olvidar... y para reflexionar

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: PEDRO M. SANZ
FÚTBOL SEGUNDA DIVISIÓN B
Tres goles a la contra, una injusta expulsión de Iván Moreno y un desmayo de Sanmiguel marcaron el partido
Todo le salió mal al Deportivo en la noche de ayer. Fue un partido lleno de inconvenientes y que supuso la segunda derrota de la Liga para los de Kike Liñero, que se alejan de los cuatro primeros puestos.
El Deportivo encajó un gol muy pronto, a los nueve minutos, en un fallo garrafal del conjunto morado, que facilitó la contra del Alcalá para que Miguel Ramos encarara a Sanmiguel y consiguiera el primero de los tres de la noche para él y su equipo, y después le tocó ir a remolque durante todo el partido, sobre todo a raiz de la injusta decisión arbitral –una vez más–. El vasco Bikandi Garrido expulsó a Iván Moreno en dos minutos por dos absurdas tarjetas amarillas. La primera, en el minuto 18, justa a todas luces e ingenua para el bravo futbolista placentino del Depor. Metió la mano para intentar ‘engañar’ al colegiado porque no llegaba a rematar. Sin embargo, la segunda clama al cielo. Una amarilla que provocó las iras del público y del banquillo contra el trío arbitral porque, según el trencilla, Iván simuló penalti. En definitiva, que el árbitro volvió a creer que el extremeño le quiso engañar y le mandó a la caseta en dos minutos.
A partir de ahí, el partido fue un quiero y no puedo para un Deportivo que quedó muy tocado, y que fue incapaz de superar al Alcalá tácticamente en inferioridad.
Pero hasta el claro error que provocó el 0-1 en el minuto 9, el Deportivo había salido muy motivado, con dos ocasiones para haber inaugurado el marcador. Una de Aníbal, a los 30 segundos, y después otro disparo de falta de Iván Moreno en el minuto 5, que desvío Juancho a córner, evitando que el ‘potro’ de Plasencia repitiera el golazo que marcó ante el Conquense.
Sin embargo, el Depor se apagó tras el 0-1 en el minuto 9 y, sobre todo, después de la expulsión de Iván Moreno en el 20. Lo intentó, pero tan sólo con jugadas a balón parado. El Alcalá, que hasta entonces no había podido marcar ni un sólo gol en los cuatro partidos anteriores, se encontró con lo mejor que le podía ocurrir, un gol a su favor y jugar en superioridad numérica para salir a la contra.
Pero aún quedaban más infortunios. La noche fatítica para el Deportivo continuó nada más iniciarse la segunda mitad, en concreto a los 40 segundos. Un disparo de Joaqui desde la frontal fue despejado por Sanmiguel pero el balón se le escurrió al meta valenciano con tan mala fortuna que salió desviado con dirección hacia la portería. A pesar de que Sanmi intentó llegar para evitar que el balón traspasara la línea de portería, Miguel Ramos llegó desde atrás y no perdonó para lograr el 0-2 y dejar un silencio sepulcrar en el Pedro Escartín.
Fue entonces cuando Kike Liñero movió las piezas en su banquillo, asumiendo más riesgos en defensa de los que ya había tomado en la primera parte tras la expulsión de Iván Moreno, lo que facilitó aún más las cosas al Alcalá que, en el 61 conseguía el tercero en otra contra que finalizó al segundo palo Miguel Ramos.
Con la presencia de Rubén Cuesta, Quesada y Juanjo, el Depor ganó fluidez ofensiva y llegada, y Cerrudo aportaba un mínimo de esperanza para los morados con su gol en el 68. Pero nada más lejos de la realidad. La noche estaba gafada y más cuando, en el minuto 83, un lanzamiento de Joaquí impactó en la cabeza de Sanmiguel, que provocó su desmayo fulminante y la alarma en el Escartín. Sanmi tuvo que retirarse en camilla y como el Depor había hecho los tres cambios, Cerrudo ocupó la portería, salvando el cuarto del Alcalá. Lo de Sanmi, quedó en un susto y el partido ya no tenía historia.