Garuba ´confiesa´ que el baloncesto no fue su primera opción deportiva
Es internacional absoluto con la selección española, es también jugador de los Houston Rockets, de la NBA y desde el martes, es hijo adoptivo de Castilla-La Mancha. Es Usman Garuba (20 años), nacido en Madrid, pero afincado en Azuqueca de Henares desde muy pequeño.
El ala-pívot que ha entrado ya en la historia del deporte guadalajareño atendió durante unos minutos a Nueva Alcarria, durante el clinic que ofreció el pasado sábado en el polideportivo San José, tres días antes de recibir el reconocimiento regional en el Día de Castilla-La Mancha.
“Esto significa mucho para mí y mi familia”, relataba emocionado al hablar del título de hijo adoptivo y continuaba afirmado que “estamos muy contentos porque mi familia me ha ayudado mucho para estar donde estoy. Es un orgullo representar a Azuqueca y a Castilla-La Mancha desde pequeñito”.
Este azudense de adopción no olvida sus raíces y recuerda cómo fueron sus comienzos en el mundo del basket: “Quería apuntarme a fútbol y fui a las escuelas de Azuqueca con mi madre pero no quedaban plazas porque llegué a Azuqueca en Semana Santa. Me acuerdo de ese día como si fuera ayer. Me comentaron que probase con el baloncesto y al principio fue duro, no me gustaba, porque me caía mucho, intentaba hacer mates y me caía. Mi madre me decía que no entrenase más porque me hacía daño. Al principio no me gustaba, pero según avanzaba la competición, me empezó a gustar más”. Y esa perseverancia ha tenido como premio su presencia en la mejor liga de baloncesto del mundo. Sin embargo, desde el Olimpo del basket, Garuba no olvida sus orígenes. “Recuerdo a entrenadores y compañeros de mi paso por las escuelas de Azuqueca y que siguen siendo mis amigos a día de hoy, como David Serrano (más conocido como Dave, su entrenador en la etapa de formación), que me ha ayudado desde el principio y es mi amigo de siempre”.
Y en ese camino su familia ha sido pieza clave para Usman. “Para mí, mi familia lo es todo. Son los que más me han ayudado en el día a día y sobre todo en los momentos malos. Más allá de los entrenadores y cuadros técnicos, lo que me hace mejorar como jugador es mi familia, es esencial para mí y me han ayudado en las buenas y en las malas”, comenta y añade que su carrera profesional “tal vez parezca que ha sido muy rápida, pero no quiero decir que sea inesperada porque he trabajado para ello, pero esto no es casualidad, es fruto de mucho trabajo y estoy muy contento con todo lo conseguido”.
Y mientras en la cuna del basket profesional, Garuba intenta hacerse con un hueco de relevancia, asegura que siempre tiene como punto de referencia a su querida Azuqueca. “La echo tanto de menos, que mis vacaciones las paso en Azuqueca, con mis amigos. Aquí estoy muy a gusto”, concluye.
Usman Garuba se inició en el baloncesto en la Escuela Municipal de Deportes de Azuqueca hasta que fichó por las categorías inferiores del Real Madrid. Debutó en octubre de 2018 con el primer equipo blanco, donde compitió hasta que fue elegido con el número 23 en el NBA Draft 2021 y se incorporó a los Houston Rockets. Además, en el verano de 2021 fue convocado con la selección española Absoluta para participar en los Juegos Olímpicos de Tokio (Japón).