Victoria en el limbo del BM Guadalajara

27/04/2014 - 16:18 Juanjo Ortega

Nueve jornadas más tarde, algo más de dos meses después, el Balonmano Guadalajara se reencontró con la victoria en la Liga Asobal. Los alcarreños se impusieron en un igualado partido al Bidasoa Irún, equipo ya descendido, por 31-30. Sin embargo, la cita fue muy diferente a lo que muchos aficionados alcarreños esperaban hace tan sólo unos cuantos meses. Algunos de ellos, sin duda, tendrían marcado este 26 de abril en el calendario. Uno de los hijos pródigos, Fernando Bolea, el técnico que dirigió a los guadalajareños hasta la élite, regresaba a su tercer hogar. Por si esto fuera poco, hace apenas dos meses, el Balonmano Guadalajara, ahora dirigido por Mateo Garralda, ocupaba puestos que otorgaban un billete para Europa. A pesar de las limitaciones de plantilla, quien más, quien menos echaba cuentas y en ellas, la visita del Bidasoa Irún aparecía como victoria segura y con ello, se ampliaba el sueño de lograr la clasificación europea. Justo dos meses y cuatro días más tarde de caer en el Palau Blaugrana, pensar en Europa era una utopía para los alcarreños. Siete derrotas y un empate, tenían la culpa. Pero por si esto fuera poco, este miércoles la directiva lanzó un SOS. La permanencia de la entidad está seriamente en entredicho. Consecuencia de ello, uno de los estandartes del proyecto, Mateo Garralda, anunciaba su marcha a la Liga rumana. Los jugadores, por el momento, no han dicho nada, pero lo lógico es que también anden buscando nuevos destinos. Así las cosas, la cita de este sábado, cobraba un matiz totalmente diferente al previsto sólo unos meses atrás. Y quizás por todo ello, los espectadores que acudieron al David Santamaría vivieron una jornada atípica, más propia de pretemporada. Sólo en un aspecto se cumplió el guión a rajatabla. Y fue en el punto que tenía que ver con Fernando Bolea. Al técnico maño se le vio charlando amigablemente con los aficionados en los alrededores del polideportivo hasta poco antes de arrancar el choque y, una vez dentro, se llevó dos de las mayores ovaciones de la tarde. Bolea también se llevó el abrazo y una larga charla con Garralda, ex jugador suyo y su sucesor, y el saludo de Ike Cotrina, su ayudante en la última etapa en el banquillo del Guadalajara y ahora el principal candidato a reemplazar a Garralda si es que hay algún vestuario que dirigir la próxima temporada. Y por llevarse, Bolea se llevó hasta la satisfacción del buen rendimiento de sus jugadores. Ya descendido, el Bidasoa Irun arribó a La Alcarria sin complejos y con descaro. Con Kallman, Ugarte y Azkue como piezas ejecutoras en ataque, los irundarras estuvieron cerca de dar un buen susto a un Guadalajara mucho más cohibido y atenazado. Tanto que ni Moyano pudo evitar que el combinado visitante se cobrase las primeras ventajas del choque (6-8, minuto 15). Garralda llamó a capítulo a sus hombres y con Iago Muiña sobre el parquet, el combinado morado (ayer de blanco, según parece para que los anunciantes destacasen más en la camiseta), logró irse a vestuarios con empate a 14. Tras la reanudación, la cita pareció decantarse del lado alcarreño. Muiña, que segundos antes, había estado bromeando con Fernando Bolea, anotó dos goles que dispararon a los locales. Para colmo, Kallman, uno de los tormentos ofensivos vascos, sufría dos exclusiones casi consecutivas que el Balonmano Guadalajara aprovechó para abrir brecha en el electrónico (22-18, 39’). Sin embargo y de forma sorprendente, el Bidasoa regresó al partido y, con un parcial de 3-8, le dio la vuelta al electrónico (25-26, minuto 47). Mateo Garralda solicitó un nuevo tiempo muerto y Almeida cedió su puesto a Moyano bajo palos (el brasileño le había reemplazado con poco éxito tras el descanso). El veterano guardameta respondió a la confianza con nuevas intervenciones de mérito lo que unido al acierto ofensivo disparó de nuevo a los locales (28-26, 52’). Un nuevo tiempo muerto, en este caso visitante, unido a la exclusión de Muiña devolvió las tablas al electrónico. A partir de ahí y a pesar de una exclusión de Crowley, ambos equipos caminaron sobre un fino alambre. Circunstancia que el Balonmano Guadalajara ha vivido numerosas veces en los últimos tiempos, pero que este sábado, a diferencia de entonces, tuvo un final diferente. Por fin, el BM Guadalajara volvía a ganar aunque, con el panorama extradeportivo actual, no está el equipo para muchas celebraciones.