Victoria exprés del Deportivo ante el Córdoba B

Lo que vino después fue un carrusel de tibios acercamientos desperdiciados por el conjunto andaluz, demasiado tierno de cara a puerta. Casi todos remates desde media distancia que se perdían por la línea de fondo. Los morados, por su parte, fueron pacientes, tocaron y tocaron, ganaron acoplamiento y controlaron la situación con el marcador a favor con el único lunar de conceder demasiados metros a su rival en algunas fases del encuentro.

 

El segundo tiempo se convirtió en terreno experimental. Salvachúa dio entrada a Toledo, Mateo y Jairo y fue probando algunas variantes tácticas. Tal vez se echó en falta mayor protagonismo de Prosi y Zazo con el balón o más desborde por las bandas pero en cualquier caso, con lo presente le bastaba al Depor para mantener a raya al filial cordobés. A trancas y barrancas, los de Pepe Puche seguían intentando acercarse al marco de Álvaro Campos pero todas sus tentativas se perdían sin apenas entrañar peligro para el cancerbero valenciano.

 

Pasada la primera hora de encuentro, nuevo contratiempo para el Córdoba al lesionarse Zafra instantes después de que su técnico hubiera agotado los tres cambios. Los visitantes se quedaban por tanto con un jugador menos con treinta minutos por delante. Ello evidentemente facilitaba el trabajo a los morados. Pero ahí no quedó la cosa ya que a renglón seguido Mendi tuvo que abandonar el terreno de juego por un problema físico. La inferioridad numérica del Córdoba era una desventaja considerable pero el agotamiento morado producto del partido copero del miércoles en Cartagena nivelaron la balanza.

 

Mermado físicamente y tras la polémica expulsión de Espín en el minuto 80, el Depor permitió demasiado a su contrincante que se lanzó al ataque a pecho descubierto a ver si sonaba la flauta en la recta final. Así, en el último cuarto de hora, los dos equipos abandonaron la rigidez táctica saliendo beneficiado el espectáculo. Los andaluces gozaron de un puñado de ocasiones para haber marcado el gol de la honra pero Álvaro Campos abortó cualquier opción del conjunto cordobesista.

 

Ya en las postrimerías y con espacios por doquier en las dos retaguardias llegó el 3-0 definitivo. Álvaro Zazo roba el balón en la zona de flotación verdiblanca, se apoya en Jairo para hacer la pared y en el mano a mano bate al guardameta Sillero con un sutil túnel. Segunda cita en el Escartín y segunda victoria del Guadalajara. Seis puntos de nueve posibles, que teniendo en cuenta las circunstancias, son una bendición para un equipo que sigue en construcción.