Victoria sin crisis en el Pedro Escartín

Un gol de Javi López por un inocente penalti de Fran Pérez permitió al Deportivo Guadalajara salvar el match ball que afrontaba este fin de semana en el Pedro Escartín. Una victoria que sin embargo, no despeja todas las dudas en el entorno morado, pero que puede convertirse en un trampolín de cara al futuro.

Mucho se había hablado de la cita liguera ante uno de los conjuntos de más pedigrí de la categoría. La palabra crisis estaba en la cabeza de muchos, pero lo cierto es que, atendiendo a la definición de la Real Academia Española, quien más desea esa supuesta crisis es el Deportivo Guadalajara. Porque ese término, en realidad, apela a un cambio de estado y los morados andaban en barrena en las últimas jornada (sólo dos victorias en sus últimos nueve compromisos).

Una situación que se agravó con la derrota en la Copa Federación ante el Atlético Pinto y que se evidenció en la tensión existente en las filas locales. Tensión que se tradujo en mayor mordiente de inicio aunque no en buen juego. A falta de fútbol creció la figura de Toledo. El ariete generó el mayor peligro durante los primeros 45 minutos. Especialmente, cuando en el minuto 12, se topó con la madera tras cazar un balón suelto en la frontal del área.

Minutos más tarde, la dupla ofensiva local volvió a unir sus caminos. En este caso, Quique González mucho más apagado que en anteriores semanas, cedió el esférico para el punta francés. Éste hizo lo más complicado logrando una buena posición de disparo, pero la definición no le acompañó y su chut se marchó a la derecha de Alejandro.

La cita bajó bastante enteros, al menos en lo que a ambas áreas se refiere. El Cádiz no hacía honor a su DNI y pasaba sin pena ni gloria por el césped alcarreño. Y el Deportivo Guadalajara, quería, pero sin excesivo éxito. Con todo, era Alejandro el más exigido con diversos lanzamientos lejanos de Prosi y Joan Grasa, atentos a los rechaces en las jugadas a balón parado.

Sólo en el tramo final de la primera mitad se estiró el Cádiz y el Escartín recordó que cuenta con un meta con reflejos. En una de esas acciones, Airam cayó lesionado por lo que tuvo que retirarse antes de que terminase el primer acto.

Tras el paso por vestuarios cambió la tendencia. El Cádiz dio un paso al frente y Juan Villar, nuevo delantero centro ante la lesión de Airam, ganó presencia. Precisamente fue Villar el que marro la mejor oportunidad gaditana. Perico colgó el balón y Juan Villar, completamente sólo cabeceó a la izquierda de la meta local.

Poco después, Salvachúa movió el banquillo buscando algún estímulo. El técnico dio carrete a Javi López en detrimento de Joan Grasa. La apuesta no varió en demasía la fisonomía del duelo, así que el entrenador alcarreño llamó a Jairo en lugar de Prosi.

Sin embargo, lo que decantó el choque fue una niñería de Fran Pérez. Una buena apertura hacia el costado derecho se transformó en un balón colgado por parte de Moyano. Varios jugadores morados buscaban el remate, pero la sensación es que la acción no implicaba un excesivo peligro para el marco andaluz.

Hasta que Fran Pérez acudió como un toro en busca de Zazo. El central empujó, Zazo sintió el contacto y lo vio claro. Tanto como el colegiado que no dudo en indicar penalti y amonestar al central gaditano. Era la segunda de Pérez así que los de Raúl Agné se quedaron con un jugador menos.

Javi López, volvió a tomar la responsabilidad de ejecutar el lanzamiento y, como en los casos precedentes batió a su oponente. En este caso, el centrocampista morado engañó por completo a Alejandro para jolgorio de la hinchada y del banquillo alcarreño.

Restaban cinco minutos más el descuento y Salvachúa no lo dudó ni un segundo. Llamó a Aitor Núñez y pasó a defenderse con cinco jugadores. Los tres puntos eran demasiado valiosos como para jugar con fuego y si el Depor lo hizo fue por su mala ejecución de los contragolpes.

Hasta en dos ocasiones amagaron los morados con cerrar la contienda y en dos ocasiones marraron. Afortunadamente el Cádiz tampoco encontró el camino del gol y el Depor celebró una importante victoria. Triunfo que sin embargo no despeja por completo el panorama, pero sí da oxígeno.