Vuelta segura a la actividad en los gimnasios
Desde Kinesia especifican las precauciones adoptadas para garantizar la seguridad de los deportistas.
Con la relajación de las medidas de nivel 3 reforzado, el pasado viernes también volvieron a la actividad los gimnasios. Lo hacían después de haber tenido que cerrar sus puertas y con restricciones de aforo: un máximo de ocupación del 20% en el interior y del 50% exteriores. Normas que se suman a la necesidad de ofrecer un entorno seguro a sus clientes: “En Kinesia, la limpieza, la desinfección, los grupos reducidos y la comodidad y el espacio siempre han sido una prioridad”, explica el responsable de este centro, Esteban Ramos. “Desde nuestra apertura en 2017 nos hemos esforzado para ofrecer un espacio diferente, limpio, cómodo y sin aglomeraciones”.
El confinamiento de 2020 “supuso un duro golpe para nosotros”, pero desde la reapertura en junio del año pasado “hemos tomado medidas aún más exigentes para garantizar que nuestras instalaciones son un entorno higiénico y seguro”.
Así, se reforzó el servicio de limpieza, realizando incluso una desinfección periódica con ozono y aplicando un “estricto protocolo de acceso a la instalación con control de temperatura, higienización de manos, calzado y enseres personales”. También se han creado puntos higiénicos con gel hidroalcohólico y spray virucida para la desinfección antes y después de cada contacto con el material.
Otro punto que no se olvida es la renovación continua del aire interior con aire de la calle y la separación de todos los equipos de entrenamiento a una distancia mínima de 2 metros.
En cuanto a las clases en grupo, el tamaño máximo es de 6 personas y se han espaciado en el tiempo para garantizar la desinfección de espacios y renovación completa del aire entre clases. Por último, cuenta con una plataforma de reserva de horarios y espacios para asegurar el cumplimiento de los límites de aforo, actualmente del 20%. “De todas formas, nuestras medidas ya garantizaban la seguridad, lo que ha facilitado que nuestros socios siguieran viniendo tranquilos a practicar deporte”.
Esteban Ramos reconoce lo duro que ha sido para ellos, “ver cómo un entorno seguro en el que se promueve la salud se ha visto obligado a cerrar sus puertas”, sobre todo porque “conforme avanzan las investigaciones sobre el SARS-COV2, se hace más evidente que el deporte ayuda enormemente a disminuir el impacto del virus”.
Eso sí, recuerda que conviene “ser cautos al volver a retomar la actividad física tras un periodo de inactividad, como ocurrió, también tras el confinamiento del año pasado”. Por eso, recomienda recurrir al asesoramiento de profesionales cualificados “para que la propia práctica deportiva también sea segura y efectiva”.