Y los nubarrones se cernieron sobre el Escartín
Los primeros fríos del otoño arribaron al Pedro Escartín y, paralelamente, llegó el primer tropiezo de los morados ante su público. El Club Deportivo Toledo, ese club que recibe críticas en su estadio, ofreció un rostro muy compacto, coherente y trabajado a las orillas del río Henares y dejó fría a la hinchada morada. Sólo algunos valerosos toledanos que acudieron este domingo a Guadalajara se marcharon con la sonrisa en la boca.
Y todo gracias a un solitario gol de Mikel, posiblemente la acción que menos merecía ese premio, pero un buen resumen del encuentro. Un partido pestoso, marcado por el fuerte viento que empujó al Toledo de inicio y debería haber hecho lo propio con el Deportivo Guadalajara tras el paso por vestuarios.
Pero fue entonces, cuando el dios Eolo parecía sonreír a los de Carlos Pérez Salvachúa, cuando llegó la cantada deportivista en el lanzamiento de un córner sin aparente peligro. Megías arrastró a media defensa y Arroyo le pegó al aire. Mikel tampoco remató de forma muy ortodoxa, pero la pelota se introdujo en el marco de Toni Lechuga.
El meta que se acababa de ganar el sueldo en dos intervenciones apenas dos minutos antes, no pudo evitar el gol. A partir de ahí el Depor lo intentó, pero ni antes ni después del tanto logró desplegar ese juego alegre al que nos tenía acostumbrados por tierras alcarreñas.
Durante el primer acto, como ya quedo dicho, por culpa del viento y de la telaraña que impuso el cuadro de Josip Visnjic. Uno de sus pupilos dispuso, en el minuto 9 de la primera gran oportunidad. También en un córner y también tras un despiste morado que dejó sólo a Aarón Bueno en el segundo palo. El interior no agradeció el regalo y cabeceó incomprensiblemente fuera.
Moyano respondió a título personal y con un lanzamiento lejano que Manolo despejó sin excesivos apuros cuando el reloj no había alcanzado el primer cuarto de hora. Respuesta individual porque el fútbol colectivo lo proponía el Toledo. Sin grandes alardes, modestamente, pero con un De Lerma tan imperial como la capital regional, el conjunto verde llevó la iniciativa y dispuso de las principales oportunidades de gol con Aarón Bueno con recurrente protagonista.
Tras el paso por vestuarios, el Depor amagó con dar un giro a la tendencia futbolística. Toledo, Javi López y Moyano probaron a Manolo. Aún en los primeros diez minutos del segundo acto, la afición reclamó penalti por mano de Mikel, pero ahí se acabó el punch local.
Con De Lerma de nuevo a los mandos, el Toledo rozó el gol en dos ocasiones antes de que Mikel acertase con el marco alcarreño. Salvachúa movió ficha rápidamente dando carrete a Marc Mas (antes tuvo que hacer dos cambios por lesiones de Gómez y Mato). El catalán agitó a los suyos arrancando desde la izquierda, pero ni Borja Yebra, ni Molinero, ni Javi López ni Toledo ni el propio Mas lograron batir a Manolo.
El Toledo amagó con matar a la contra, pero al final les bastó con ese solitario gol, para dejar con una fría sensación a la parroquia morada.