Agitada vida municipal
Lo único que solicitaba Antonio Román era disponer de algo de tiempo para seguir ejerciendo su profesión, la medicina, vocación a la que nunca ha renunciado ni ocultado.
Apenas ha transcurrido un año y medio desde la constitución de los ayuntamientos tras las elecciones municipales y las noticias de las liberaciones de los ediles, las dimisiones y las mociones de censura han estado a la orden del día. Cuánto y quiénes cobrarán por dedicar más o menos tiempo a su consistorio ha sido tema recurrente en lugares tan variados como Alovera, el tercer municipio más grande de la provincia, donde finalmente la alcaldesa Purificación Tortuero estará al cien por cien en las tareas municipales, o Villanueva de la Torre, donde Vanessa Sánchez y los concejales del Equipo de Gobierno parecen haber asumido trabajar sin cobrar. El caso más llamativo, por ser la capital provincial, es el de Antonio Román, a quien los grupos de la oposición no han aceptado este lunes su propuesta de cobrar 60.000 euros por una jornada del 80%, planteamiento, por otra parte, que parecía bastante razonable. Lo único que solicitaba era disponer de algo de tiempo para seguir ejerciendo su profesión, la medicina, vocación a la que nunca ha renunciado ni ocultado, pues en cada campaña electoral ha anunciado su intención de seguir vinculado a la misma. Además, hablar de jornadas de trabajo en el caso de cualquier alcalde no tiene mucho sentido porque todos ellos suelen estar disponibles fines de semana, festivos, a horas intempestivas o siempre que cualquier ocasión lo requiere. Que los políticos deben cobrar, como todo el mundo, por su trabajo, también entra dentro de la normalidad, y que sus sueldos están por debajo de cualquier directivo medio de una empresa siendo mayor su responsabilidad parece evidente, comenzando por la propia presidencia de Gobierno. Estas discusiones no hacen ningún bien a la política y cada concejal y alcalde debería reflexionar sobre la imagen que trasladan a la ciudadanía. En tan poco tiempo, por otra parte, el bastón de mando ha cambiado en Albalate de Zorita, Peñalén y Budia. Mucha agitación para las administraciones más cercanas, valoradas y necesarias para el bienestar.