Billetera agujereada
Los expertos del sector ponen cifras al “drama” de la vivienda: se necesitan 350.000 pisos de alquiler social y 1,5 millones de unidades asequibles.
El título lo sugiere Rosa María Sánchez, colega toledana que sabe de números como nadie. Ha echado cuentas y resulta que, tomando datos del INE domesticado, la cesta de la compra es ahora un 18% más cara que antes de la pandemia. Y lo que nos espera de cara a Navidad.
Es viejo el dicho de que cada uno habla de la feria según le va. Cierto que algunos políticos tipo Errejón, ahora en el candelero por su desmadrado afán copulador machista, han visto muy crecidos sus sueldos. No es el caso de los pensionistas y currantes de a pie, como se decía.
Tampoco es de los propietarios de las 80.000 viviendas oficialmente ‘okupadas’ en España, lo que equivale a las de todo Toledo o Guadalajara. Invirtieron en comprarlas buena parte de sus ahorros y, para más inri, tienen que seguir abonando tasas y servicios.
Los expertos del sector ponen cifras al “drama” de la vivienda: se necesitan 350.000 pisos de alquiler social y 1,5 millones de unidades asequibles. En el último decenio apenas se han construido 3.500 al año.
Los analistas serios niegan que, pese a la propaganda mediática oficial, la economía vaya como un cohete. Aunque se ha vuelto a la tasa de paro previa a la burbuja hace 16 años. Algo es algo. “Si hay más calidad de vida es gracias a los hábitos saludables y a la educación”, simplifican.
Mejor no entrar en la deuda propiciada por politicastros manirrotos, que hijos y nietos pagarán algún día. Por mucho que traten de escaquearse los de los cupos y financiaciones singulares. Hoy, según datos oficiales, asciende a 380.270 millones de euros, el triple que en el 2008. Un pastón.
Muchos confían en el Gordo para tapar los agujeros en la cartera. Ilusos. Las posibilidades de tocar son una entre 100.000.