Bio tomillo
Pediría a las autoridades pertinentes, que echen un vistazo y controlen el alcance de “tan suculento término”.
Estos días, fui a la herboristería a comprar un paquete de infusiones de tomillo, de esos que habitualmente llevan 20 o 25 bolsitas.
Me ofrecieron uno al módico precio de casi 5 euros, cuando habitualmente suelo pagar casi 3 euros y, aun así, lo encuentro excesivo.
En un alarde de aclaración, le pregunté a la dependienta el motivo de semejante precio y me aclara muy seriamente que se trata de “tomillo Bio”..
Contuve mi opinión y me dio una risilla floja, dándole las gracias por su aclaración. Y es que cuando una es mas de pueblo que las amapolas y ve cómo crece el tomillo al lado de casa o alegremente en espacios naturales abiertos y accesibles para cualquier habitante que de forma cuidadosa pueda olerlo o recolectarlo…se me queda cara de póker, cuando compruebo que anteponiéndole la terminología de moda Bio, sube automáticamente la friolera de 2 euros por producto.
Pediría por lo tanto a las autoridades pertinentes, que echen un vistazo y controlen el alcance de “tan suculento término”, que nos hipnotiza hasta el punto que olvidamos que muchos productos naturales, son difíciles de imaginar que hayan sido elaborados de forma artificial ni haber empleado químicos, pesticidas o fertilizantes durante cualquiera de sus etapas y que de haber sido así, (lo cual me cuesta mucho imaginar en el caso del tomillo), les pediría por favor, investiguen y controlen los precios y productos Bio, que tan suculentos beneficios, estamos aportando nosotros los consumidores.
Para terminar este artículo, no sé si enviarles un Bio saludo, o un simple saludo sin fertilizantes añadido.