Braulio Carlés: “Seguimos atendiendo con normalidad, pero lo hacemos de manera diferente”

23/03/2020 - 10:22 Javier Ezquerra

ACCEM, Casa Nazaret o Alberge Betania son algunas de las organizaciones que se están volcando en los últimos días para no dejar de lado, en estos momentos tan difíciles, a las personas en exclusión social.

En estos momentos de crisis, aquellas personas y organizaciones que se encargan de ayudar a los más necesitados, son más importantes que nunca. Las personas en riesgo de exclusión social son, a su vez, las que tienen más posibilidades de sufrir con enfermedades como el COVID-19. Por suerte para ellos, organizaciones como ACCEM, Cáritas, Casa Nazaret o el Albergue Betania, y personas como Braulio Carlés Barriopedro, vicario episcopal para la Pastoral social de Sigüenza-Guadalajara, están trabajando más que nunca para no dejarles de lado en esta difícil situación.

Pero continuar con esta labor no está siendo nada fácil. Sin embargo, cómo se suele decir, renovarse o morir: “Seguimos atendiendo a la gente con normalidad, lo que ocurre es que lo hacemos de manera diferente. Es decir, no atendemos como antes, por ejemplo, antes venían por las mañanas y se llevaban la comida preparada a su casa. Ahora no, ahora vienen, se llevan los alimentos y los cocinan en su casa. Siempre hay algunos que no pueden hacérsela, por diferentes motivos, y en este caso lo que hacemos es que ellos vayan a comer al Albergue Betania” comenta Carlés.

El riesgo de contagio al entrar gente de la calle a Betania está presente, pero están tomando todas las medidas para evitar problemas: “Es verdad que aquí puede haber un problema porque la gente puede haber cogido el virus en la calle o en cualquier lugar. Sin embargo, a todos los que vayan a comer, se les toma la temperatura antes de entrar para ver cómo están”. Además, Carlés confirma que no tienen indicios de ningún positivo por contagio, y es que “ahora los usuarios de Betania no salen, es una medida que hemos tomado, no salen porque en este momento hay que tomar actitudes y posturas muy drásticas de no salir, como hacemos los demás en nuestras casas, estarán allí hasta que todo esto pase”.

En este momento residen treinta personas en el Albergue Betania. En cumplimiento de las instrucciones dadas por las autoridades competentes, el centro permanece cerrado y con una ocupación del 100 por cien. A todas las personas sin hogar que estaban en situación de calle, en colaboración con Servicios Sociales Municipales, se les ha facilitado un dispositivo de atención.

Donación de alimentos

En los últimos días, son muchos los establecimientos cerrados que están colaborando con este tipo de organizaciones solidarias con la donación de alimentos, pero Braulio Carlés reclama aún más ayuda: “Han llegado cosas, pero de momento se ha recibido poco. Cada uno sabrá lo que tiene que hacer, a lo mejor es que llegará más tarde, o lo tendrán organizado de alguna manera, pero la situación es muy complicada y seguramente esto va a durar más tiempo de lo que pensamos, así que esperamos que lleguen más”.

El responsable de estas organizaciones sociales sabe que las personas en exclusión social tienen un mayor riesgo de contagio y de sufrir con el coronavirus, “estamos tomando todas las medidas necesarias porque somos conscientes de esto, y estamos siendo muy rigurosos”. Entre estas medidas se incluyen las siguientes: “Hace ya tiempo que no hay ninguna visita; segundo, se toma la temperatura todos los días a los trabajadores y a todos varias veces, y hacemos un seguimiento muy férreo de todos los movimientos. Esto ¿quiere decir?, que estamos tomando todas las medidas que están a nuestro alcance, pero esto no significa que estemos a salvo, porque lo está cogiendo todo el mundo”.

En el peor de los casos, si saltase algún contagio entre las personas que viven en el Albergue Betania, Carlés comenta que ya tienen un protocolo preparado, mostrando un gran trabajo de prevención: “Tenemos medidas para quien lo necesite y tenemos otras vías, sobre todo el aislamiento, para que si hubiese un contagiado, no contagie a ningún otro residente. Tenemos un protocolo preparado que sería aislarlo, esperando que no contagie a ninguno. Los que tenemos fe, no nos queda otra que rezar y poner todo nuestro empeño en hacer las cosas lo mejor posible”.

“Si esto se prolonga, habrá que idear nuevas posibilidades”
No sabemos cuánto tiempo tardará en acabar esta situación provocada por el coronavirus, pero Braulio Carlés cree que “para estos quince días e incluso otros quince más, lo tenemos más o menos organizado”. Ahora, si esta crisis se alargase mucho en el tiempo “habrá que idear y pensar unas nuevas posibilidades”. Carlés piensa que “según vayan evolucionando las cosas tendremos que saber leer lo que esté pasando, pero ahora ya digo, para este momento están las cosas bien organizadas, con mucha rigidez y disciplina, y esperemos que nos sirva para que no haya ningún contagio”. Además añade que “tenemos una situación demasiado difícil, los hombres nos creíamos dioses y un simple virus nos ha puesto a todos de rodillas”.