Carnavales

21/02/2020 - 11:04 Redacción

Es momento de reivindicar nuestra identidad, de sentir orgullo de nuestro folklore y apostar por el mantenimiento de fiestas que sirven de elemento dinamizador.

La celebración del Jueves Lardero, con sus característicos bocadillos de chorizo acompañados de un buen trago de vino, da inicio a una fiestas de gran colorido, vistosidad y tradición en nuestra provincia donde sale a las calles una gran retahíla de botargas, mascaritas, danzantes, diablos, vaquillas, mascarones o vaquillones, reflejo de la cultura popular que mantienen hoy las nuevas generaciones. Esta tarde, en la capital, serán cuarenta botargas llegadas de otros tantos pueblos las que recorran las vías principales ataviadas con sus vestimentas transmitiendo el espíritu del verdadero carnaval en un acto de un gran valor artístico e histórico. Es momento de reivindicar nuestra identidad, de sentir orgullo de nuestro folklore y apostar por el mantenimiento de fiestas que sirven de elemento dinamizador, impulsor del turismo e instrumento contra la despoblación. Pero más allá del tipismo, la vistosidad y el colorido de estos personajes el carnaval es ocasión para celebrar una gran fiesta que divierta y se convierta en fecha esperada dentro del calendario anual de eventos. Así, aprovechando días de vacación escolar, lo entienden en muchas localidades que programan, principalmente, concursos de disfraces que invitan a la participación, la originalidad, al buen humor, a la inhibición. El Ayuntamiento de Guadalajara lo entiende de esta manera y por ello conjuga tradición con innovación, recupera esa merienda popular que tuvo lugar ayer en La Concordia, homenajea a las botargas y las dulzainas- reaccionando así a las críticas tras el desfile de la cabalgata de Reyes donde se notó su ausencia-, potencia el desfile infantil de disfraces, de nuevo por el centro de la ciudad, y crea un espacio de juego para los niños en el Multiusos que tiene como objetivo, además de ofrecer ocio, concienciar en la inclusión y la diversidad porque si desde pequeños aprendemos a convivir, respetar, integrar, formar parte juntos de una misma comunidad plural pero cohesionada, la sociedad del futuro será más justa e igualitaria y todos tendrán en ella su espacio. Tampoco sobra conocer el sentido religioso de estas fechas en la que la alegría da paso a la privación de la Cuaresma para conmemorar la muerte de Cristo porque el cristianismo está incardinado en nuestras raíces y solo desde el conocimiento de lo que realmente se celebra se puede entender y vivir la fiesta en toda su dimensión.