Clínica La Antigua y el Servicio de Ginecología del Hospital dejan claro que la asistencia a los partos responde a criterios de organización y protección de los pacientes

16/04/2020 - 19:12 Redaccion

La Asociación el parto es nuestro había criticado que las embarazadas no podían estar acompañadas.

Ante las críticas de la Asociación el parto es nuestro sobre la imposibilidad de que, en la actualidad, las embarazadas que dan a luz en la Clínica La Antigua –al que se trasladaron los servicios de Ginecología y Obstetricia el 25 de marzo desde el Hospital Universitario con motivo del coronavirus– estén acompañadas durante el parto por la persona que elijan, tanto este centro privado como la jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia de la Gerencia de Atención Integrada de Guadalajara, María Jesús Cancelo, han dejado claro que obedece a criterios de organización y protección de los pacientes.

 

Cancelo ha expresado en una carta que está de acuerdo con las quejas que puede suscitar esta situación y que toda la documentación que alegan en sus escritos las personas reclamantes es precisamente la que ha servido para mejorar los procesos de atención al parto y puerperio en todos los paritorios de nuestro país. Recuerda que el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara, siguiendo precisamente todas esas indicaciones, propicia todas las medidas a nuestro alcance para que el proceso del parto sea vivido por parte de la madre y el /la acompañante que ella decida de la manera más íntima y adecuado a sus deseos, y así se realiza de manera habitual, pero apunta que en estos momentos, esta situación ha tenido que modificarse; y que por la necesidad asistencial a los pacientes de Covid-19 y por decisión de la Gerencia del Hospital, decisión avalada y apoyada totalmente por los Servicios de Ginecología y Obstetricia, Pediatria y Neonatología y Anestesiología, en el mes de marzo se trasladó la asistencia obstétrica y pediátrica a la Clínica de la Antigua.

 

“El objetivo principal de esta decisión es preservar a un colectivo especialmente vulnerable como son las embarazadas, recién nacidos y niños, sacándolos de un entorno infeccioso a uno más seguro desde el término de prevención de la infección, pero a cambio de ello hemos tenido que renunciar a algunos aspectos como es el referido a la  presencia y circulación de acompañantes, ya que la infraestructura de la Clínica, y la situación actual de la pandemia, no permite en estos momentos establecer circuitos seguros de prevención de la infección en cuanto a los acompañantes”, señala en su escrito la jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital.

 

Por otra parte, añade que entendiendo perfectamente lo que supone la separación familiar en estos momentos, se ha procedido a establecer el alta precoz en aquellos casos en que las condiciones maternas y de su hijo lo permiten, regresando al domicilio en 24 horas en caso de parto normal y en 48 horas en caso de cesárea.

“Todos lamentamos que la madre no pueda estar acompañada en uno de los momentos vitales más importantes, pero la pandemia actual está obligando a todos a realizar sacrificios. Confiemos en que pronto podamos volver a la normalidad”, concluye.

 

 

Por su parte, la Clínica la Antigua recuerda en un comunicado que siguiendo las indicaciones publicadas en la Resolución de 17/03/2020, de la Consejería de Sanidad, por la que se adoptaban medidas para los centros y establecimientos sanitarios de titularidad privada de Castilla-La Mancha con motivo del COVID-19, tuvo que suspender toda su actividad no urgente para poner a disposición del Sescam todas sus instalaciones, que se encuentran cedidas al 95% al Servicio Público de Salud de Castilla-La Mancha desde el día 25 de marzo.

 

Ese día, recuerdan, se trasladó desde el Hospital Universitario de Guadalajara todo el servicio de Obstetricia y Ginecología, Neonatología y Pediatría (profesionales médicos y aparataje especializado), y dejan claro que toda la actividad de partos es asistida por los profesionales médicos del Sescam que una vez examinado el centro, indicaron adoptar medidas excepcionales en cuanto a no permitir la entrada a todo acompañante de las pacientes, debido al estado de alarma decretado en el país.

 

Estas medidas excepcionales, dicen desde Clínica la Antigua, se basan en motivos de organización y espacio del centro sanitario. Explican que las instalaciones de Clínica la Antigua son singulares y más pequeñas que las de un hospital público como puede ser el Hospital Puerta de Hierro, y que ha tenido que reducir salas de espera, quedando espacios para las pacientes que acuden a pasar consulta o asisten a controles programados de Obstetricia donde se deben guardar las medidas recomendadas desde el Gobierno  de distancia social entre personas. Además ha reubicado en los quirófanos del centro el paritorio, contando con menos espacio de lo habitual, lo que no hace posible que los padres de los bebés puedan estar presentes en el paritorio, según refieren los profesionales médicos del Sescam.

 

Respecto al ingreso hospitalario, indican que desde la Gerencia de Clínica La Antigua se han tenido que tomar medidas de protección estrictas desde primeros de marzo, antes incluso de que se trasladaran los servicios públicos a la Clínica, ya que en el centro tienen ingresados pacientes dependientes o crónicos con una alta vulnerabilidad que deben proteger al máximo. Por ello se tomaron medidas de aislamiento social con toda persona ajena al recinto y aseguran que estas medidas, entre otras, están consiguiendo proteger a este segmento de población tan sensible en estos momentos. Asimismo refieren que la planta de hospitalización es más reducida que la que puede tener el Hospital, “por lo que el espacio actual no permite la afluencia de personas ajenas al centro ya que haría imposible poder llevar medidas de protección y cuidado tanto para nuestros pacientes dependientes como para el resto de pacientes ingresados”.

 

Desde Clínica La Antigua entienden que en la situación actual de excepcionalidad hay que tomar medidas excepcionales entre todos. “Nuestro centro lo ha hecho junto con los responsables del Sescam con el único propósito de proteger tanto a madres como bebés y por supuesto, resto de pacientes ingresados en el centro, pacientes que también han tenido que renunciar a visitas de familiares. Lamentamos profundamente que en estos momentos las madres no puedan encontrarse acompañadas de quien ellas elijan pero, entendemos firmemente, que las estamos protegiendo”. No consideran que existan “malas prácticas” sino “todo lo contrario porque el deber de proteger en estos momentos tiene que prevalecer, ya que de no ser así  podríamos encontrarnos en situaciones muy comprometidas para nuestros pacientes. La protección y derecho a la vida del resto de pacientes lo hace imprescindible”.

 

Por último reseñan que todas las medidas adoptadas se hacen de manera coordinada con el Sescam y sus profesionales.

 

Las críticas

 

La Asociación el parto es nuestro había criticado que la Clínica La Antigua estaba negando el derecho a las mujeres de tener acompañante durante el parto y que este hecho vulneraba las recomendaciones de la OMS y creaba un estrés innecesario “en un momento tan importante y sensible de sus vidas”.
Asimismo recordaban a la Clínica La Antigua que “no existen motivos que impidan a las mujeres estar acompañadas durante el parto, incluso siendo positivas para COVID19, y que nos encontramos ante una discriminación evidente por su lugar de residencia puesto que a solos unos kilómetros, ya en la Comunidad de Madrid, en hospitales de referencia como Puerta de Hierro y otros del sistema público las mujeres no solo acceden acompañadas a paritorio y a planta, sino que son animadas a continuar con la lactancia materna puesto que no se separa a las madres de sus bebés”.

Y añadían que “la pandemia global no puede ser una excusa para pasar por alto las recomendaciones existentes y por ello desde nuestra asociación denunciaremos las malas prácticas que existan al respecto, cualquier acto de violencia obstétrica o la vulneración de los derechos de las mujeres en la atención de sus partos”.