Complejidad en Cataluña

10/10/2017 - 12:46 Pedro Villaverde Martínez

 Suerte y acierto en la Política que se deba aplicar en estas circunstancias y que todos salgamos lo más satisfechos que se pueda.

 

Hoy  parece obligado hablar de una cuestión palpitante. Cataluña está en el ojo de mira de muchos perspicaces o no porque es algo que a muchísimos atañe. Seguro que allende los mares y más cercano también es un tema de interés y seguimiento. España entera está y ha estado muy pendiente de la evolución de unos acontecimientos que a todos nos interesan y mucho. De política todos sabemos algo aunque sólo sea porque se ha definido al hombre como un ser sociable...y por supuesto también hasta de animal político,  en el mejor sentido de animal, pues todos los humanos lo somos aunque algunos puedan usarlo peyorativamente. Sin duda que somos sociables y en sociedad solemos vivir y relacionarnos, pero tal vez en algunas o muchas ocasiones entramos en discordia los unos con los otros y nos olvidamos de esa sociabilidad que  decimos tener y que tan necesaria es para una buena convivencia. La semana pasada escribíamos o hacíamos alusión a esa preocupación que podíamos tener sobre la situación en que estaba y podría estar una parte de nuestra España como es Cataluña. Ignorantes nos declaramos nosotros en el tema aunque todos tengamos que ver y bastante en ello. Cuando escribimos estas líneas estamos  tanto o más confusos sobre esa cuestión que muy mucho debe preocupar a todos. Sabemos que hay doctos en cualquier materia, también en el arte de gobernar. No sabemos tan siquiera si ha habido referéndum o no, evidentemente no válido por ilegal, pero sí que ha habido papeletas, urnas y bastante jaleo en un día que tendría que ser festivo y que más pareciera una inquietud o inseguridad lo que estaba sucediendo o ha sucedido. Ahora visto lo visto y sin saber qué decir tan sólo tendremos que esperar acontecimientos y soluciones. Esperemos que sean buenas, para que se retome o se torne a una normal forma de Gobierno... Nosotros nos sentimos incapacitados para tan siquiera opinar. Tan sólo quisiéramos añadir que quienes tienen la obligación de desatascar esta nueva situación estén a la altura de las circunstancias y nuestra forma de gobernarnos sea la mejor para todos. Y aquí nos permitimos añadir, no faltos de ironía, aquello de “para las cuestas arriba quiero a mi burro que las cuestas abajo yo me las subo”. Suerte y acierto en la Política que se deba aplicar en estas circunstancias y que todos salgamos lo más satisfechos que se pueda. Estamos seguros que se conseguirá.