Concentración “reivindicativa, pacífica, creativa y familiar” para garantizar Titiriguada
Los jardines del Palacio del Infantado en Guadalajara han sido el escenario de una singular y reivindicativa concentración organizada por el colectivo Gozarte. Bajo el lema de defender el Festival Internacional de Títeres Titiriguada, los asistentes, ‘armados’ con sus títeres y pancartas, protestaron pacíficamente ante la suspensión del evento, que este año no puede celebrarse tras quedar desierto el concurso de adjudicación.
FOTOS: AINARA DIOS
El motivo de la concentración fue claro: la comunidad artística y los ciudadanos de Guadalajara se sienten decepcionados por la cancelación de uno de los eventos culturales más emblemáticos de la ciudad. Marta Marco Martialay, una de las portavoces del colectivo, se ha hecho eco del malestar compartido por muchos vecinos. "Durante 10 años hemos disfrutado en los jardines del Palacio del Infantado de compañías internacionales, nacionales y locales, y este año, tristemente, no va a ser posible", lamentó, señalando además la enorme afluencia de público que siempre ha acompañado al festival.
La causa de la cancelación, según explicaron los organizadores, reside en la falta de tiempo con la que el Ayuntamiento lanzó los pliegos de contratación, además de un recorte presupuestario que hacía inviable la realización del festival. "Con la mitad del presupuesto, pretenden que se haga el mismo festival ", afirma Marco, quien pide un consenso institucional para garantizar el futuro de este singular evento.
Un acto reivindicativo lleno de creatividad
La concentración, que empezó a las 19:00 horas en las puertas de los jardines, se desarrolló en un ambiente festivo y familiar. Cientos de personas, incluidos muchos niños, acudieron con sus títeres, peluches y camisetas del Titiriguada, como símbolo de apoyo al festival. Marta Marco explica que este acto sería "la primera concentración de títeres del país".
La participación artística fue uno de los momentos clave de la jornada. Varias compañías y artistas locales e internacionales, muchos de ellos vinculados al festival, decidieron sumarse a la protesta a través de actuaciones improvisadas y coloridas. A las 22:00 horas, la compañía argentina Kika Producciones presentó un montaje en la terraza del minizoo, seguido a las 23:00 por el grupo madrileño Teatro Percutor.
Además, el evento contó con el tradicional Cabaret Titiripoético, una actividad habitual del festival donde diversos artistas de Guadalajara ofrecieron una muestra de su talento a los asistentes. Alberto San Andrés, director del Titiriguada, pronunció un emotivo discurso repasando la trayectoria del festival y subrayando las dificultades que ha enfrentado en los últimos años.
Reivindicación ciudadana por el futuro cultural de Guadalajara
Más allá de la fiesta y las actuaciones, el fondo de la concentración fue una clara reivindicación ciudadana: "El público está aquí, la gente quiere festival", asegura Marta Marco. A lo largo de la tarde, niños y adultos participaron en talleres creativos donde elaboraban pancartas con mensajes como "Queremos Titiriguada" o "Amamos el Titiriguada", simbolizando de manera entrañable y festiva el malestar general. La concentración fue una muestra de unidad entre artistas y ciudadanos, que, “sin ánimo de generar controversia”, remarca Marco, dejaron claro “lo que está en juego para Guadalajara si continúan perdiéndose eventos culturales como este”.
La propia Marta Marco desfiló entre la multitud con un gran títere de 1,20 metros, que fascinó a los más pequeños, mientras se anunciaba una "sorpresa final" para los asistentes. A pesar de la incertidumbre, las sonrisas y la esperanza marcaron el tono de una jornada que no solo buscaba recuperar el Titiriguada, sino también reivindicar la necesidad de que “las instituciones protejan y fomenten la cultura local".