Conectividad, derecho pero sobre todo necesidad

La provincia sufre de despoblación y tanto por ley como por distintas medidas de las administraciones se busca garantizar la prestación de los servicios públicos que los ciudadanos precisan y a los que tienen derecho como la sanidad, la educación o la conectividad en un mundo cada día más digitalizado en el que el acceso a Internet es fundamental no solo para trabajar, sino también para comprar o disfrutar del ocio. Seis pedanías seguntinas verán resuelta esta situación gracias al convenio firmado este miércoles que les dará acceso a banda ancha. Están en  pleno Parque Natural del Río Dulce y los turistas no pueden ni pagar, por poner un ejemplo, con tarjeta en los restaurantes o casas rurales allí ubicados. Estos negocios no están en igualdad de condiciones con los del medio urbano porque no pueden competir, quienes quieran optar por trabajar desde estos lugares tampoco lo pueden hacer sin la red de redes y los vecinos se ven privados del derecho a ver una película o un partido de fútbol en una plataforma determinada porque no hay conexión. Atenta contra el principio de igualdad y la consecuencia es que opten por residir en núcleos urbanos más grandes donde vivir, en el sentido más amplio, está garantizado para todos. Problemas de orografía, de falta de rentabilidad a las compañías han sido siempre las excusas para no poner una antena o prestar un servicio. Hoy la tecnología da soluciones a los problemas técnicos y aunque no es fácil, por la proliferación de pequeñas poblaciones en superficies amplias, ni barato, es cuestión de voluntad política, de determinación en la lucha contra la despoblación. Y en este tema el Gobierno regional está a la cabeza de España  siendo la comunidad en la que más ha crecido la cobertura de fibra óptica desde 2015 alcanzando el 96%, con cerca de 800 pueblos en los que llegará o ha llegado la conexión.