El 20 de noviembre de 1975: Así transcurrió el día de la muerte de Franco en Guadalajara
Hoy se cumplen 47 años desde que murió Francisco Franco Bahamonde, que estuvo al frente de la Jefatura de Estado de España durante treinta y seis años. En el rincón de esta semana vamos a recordar cómo transcurrió ese 20 de noviembre del año 1975 en la ciudad de Guadalajara.
Por Eduardo Díaz
Francisco Franco llevaba varios días ingresado en el hospital de la Paz en Madrid, siendo su estado de salud irreversible. El Ministerio de la Gobernación informaba de que a las 04.40 de la madrugada de ese 20 de noviembre, Franco había fallecido. Pocas horas después, y a través de las cámaras de Televisión Española, el presidente del Gobierno de España, Carlos Arias Navarro, se dirigía a la nación y con lágrimas en los ojos informaba de forma tajante: “Franco ha muerto”. Tras unas palabras de condolencia abría un sobre leyendo un discurso que Francisco Franco había escrito el 17 de octubre en el Consejo de Ministros, el cual había presidido y que a la postre fue el último bajo su mandato.
La noticia llegó rápidamente al edificio del Gobierno Civil de Guadalajara, situado en el paseo del Doctor Fernández Iparraguirre. El gobernador de Guadalajara de aquella época, Pedro Zaragoza Orts, se reunió con gente de su confianza en su despacho principal, poniéndose a las órdenes del ministro de Gobernación, el arriacense José García Hernández. Curiosamente este gobernador de Guadalajara era conocido cariñosamente como el alcalde del bikini, ya que cuando era alcalde de Benidorm se desplazó en su Lambretta hasta el palacio del Pardo, consiguiendo que Francisco Franco le autorizase la utilización del bañador de dos piezas para las mujeres en las playas de su ciudad.
La primera misa de duelo por la muerte de Francisco Franco se celebró en la iglesia del Carmen a las siete de la mañana, con un templo repleto de feligreses, muchos de ellos con lágrimas en los ojos. Los funcionarios comenzaron a acudir a sus puestos de trabajo a primeras horas de la mañana, siendo obligados los hombres a llevar corbata negra y vestidos con algo oscuro por parte de las mujeres.
Cuando los estudiantes de todas las edades acudieron a sus centros escolares, en las aulas les informaron que se suspendían las clases durante una semana, se les recomendaba que no salieran mucho a la calle y aprovechasen para estudiar en sus hogares.
A primeras horas de la mañana, en transporte urgente, comenzaron a llegar los primeros diarios nacionales a todos los quioscos de la ciudad formándose largas colas para adquirir los ejemplares del Ya, ABC, Arriba, el Alcázar y los deportivos As y Marca; adelantaron su horario de tirada los vespertinos Pueblo e Informaciones. El sábado 22 de ese mes de noviembre, se editaba un ejemplar especial del semanario local Nueva Alcarria, informando de la luctuosa noticia y recordando los lugares donde había estado Franco en la visita oficial que realizó a Guadalajara el 27 de julio del año 1946.
Durante la mayor parte del día numerosos ciudadanos acudieron en masa a las misas de las parroquias y posteriormente volvían a sus hogares ante el temor de posibles incidentes, aunque no hubo ningún tipo de conflicto. La mayoría de los agentes de Policía Armada y Guardia Civil permanecieron durante la jornada acuartelados ante posibles conflictos de pintadas o manifestaciones. Al llegar la noche, la ciudad se encontraba desierta ya que todos los cines y numerosos bares cerraron en señal de luto.