El fomento del autoempleo como opción de futuro laboral
La ayuda no debe quedarse, sin embargo, en estos inicios de su formación o en la puesta en marcha de su idea, sino extenderse en el tiempo.
Insertarse en el mercado laboral terminada la formación académica o profesional no resulta nada fácil, menos aún cuando todavía se carece de experiencia, aunque pueda ser mucha la preparación, la ilusión y las virtudes que aportar a la empresa contratante. Una opción, valiente, no exenta de mucho trabajo, responsabilidad y sacrificios, es convertirse uno en su propio jefe a través del autoempleo, dándose de alta como autónomo y convirtiéndose en administrador de su propio tiempo y funciones en el día a día. No existe la seguridad que aporta la nómina pagada por un empleador, público o privado, pero una vez creada la propia cartera de clientes se pueden obtener los ingresos suficientes para ganarse la vida, incluso generarse un beneficio. Tiene sus ventajas e inconvenientes como cualquier puesto de trabajo, pero con vocación, determinación, ayuda y ganas de gozar de una cierta independencia, asumiendo el riesgo de una fallida inversión, es una oportunidad laboral a tener en consideración. En este sentido cabe poner en valor el esfuerzo del Gobierno regional en impulsar a los jóvenes con talento y decisión a través de las Aulas de Emprendimiento para alumnado de Formación Profesional donde les enseñan esas habilidades, capacidades, competencias, que deben dominar para afrontar con éxito un proyecto, fomentando experiencias de creación de empresas, convirtiendo los centros educativos en un vivero para ellas. Las cinco nuevas aulas elevarán a nueve las que existen en distintos municipios de la provincia, un recurso a aprovechar por los estudiantes que quieran depender de sí mismos el día de mañana desarrollando sus propias iniciativas.
La ayuda no debe quedarse, sin embargo, en estos inicios de su formación o en la puesta en marcha de su idea, sino extenderse en el tiempo haciendo sencilla la burocracia en el cumplimiento de obligaciones administrativas y tributarias, creando una fiscalidad justa- hoy existe como mínimo una sensación de trabajar gran parte del tiempo para pagar impuestos-, protegiendo frente a posibles adversidades que obliguen a una baja, con ayudas como a cualquier trabajador por cuenta ajena, así como garantizando una pensión digna. Los autónomos se dan trabajo a si mismos sin cargar de gasto a una administración ni competir con nadie en una empresa privada, incluso muchos dan empleo a más personas si su negocio requiere de un refuerzo y parecen no estar debidamente reconocidos, por ejemplo desde el mundo sindical. Cambiemos algunas visiones.