El Gobierno matriarcal del Ayuntamiento de Aranzueque

La muy noble y leal villa de Aranzueque, en grado eminente, está regida actualmente en su corporación municipal por un equipo integrado únicamente por mujeres en el gobierno, por primera vez en su historia. Son Raquel Flores Sánchez, alcaldesa; Rosario Díaz Díaz, Rosario Rabadán Pérez y Nuria Rojo Ventura, concejalas que, cumpliendo con su deber, se sacrifican por el bien de nuestro pueblo.
   Por ellos, su presencia en el gobierno de la localidad sólo merece el homenaje, la gratitud, respeto y admiración de sus vecinos, porque están dando pruebas de nuestro legítimo orgullo por el celo e interés con que se preocupan de la satisfacción de las necesidades colectivas del pueblo: Sanidad, enseñanza, o educación, abastecimiento y mantenimiento del servicio a domocilio de agua potable. Actos culturales programados con belleza y benevolencia, etc.
    Luego, repito, son acreedoras de nuestro más encendido elogio y nobles sentimientos por el esplendor de sus actos en orden a mejorar la  convivencia municipal de la que siempre ha hecho gala el municipio de Aranzueque desde tiempo inmemorial.
   ¡Alcaldesa y concejalas! Plan de vida: Trabajar, hacer el bien y dejar que los pájaros canten.
   Como reza el encabezamiento de este escrito, la corporación municipal del Ayuntamiento, el grupo de gobierno está integrado solamente por mujeres, lo que imprime un sello de feminidad, característica propia de la mujer.
   Este matriarcado relacionado con el predominio de la autoridad de la mujer marca las directrices de las tradiciones, usos y costumbres de la villa, afortunadamente con acierto.
    No en vano, el pueblo de Aranzueque tiene erigido un monumento a la madre porque sabe que jamás en la vida encontrará ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera que la de la propia madre.
   Estas mujeres que gobiernan nuestro pueblo saben que necesitan sin duda de firmeza, pero también mucha flexibilidad, mucha paciencia, mucha comprensión y con estas virtudes rigen el destino de nuestro pueblo.
     Están todas ellas vinculadas a la localidad aunque sean de distinta procedencia.
       Ellas se han dado cuenta de la benevolencia con que se les trata; se han hecho unas vecinas más porque han comprendido que en Aranzueque no se humilla, ni se veja al forastero, dado que sus vecinos conocen muy bien el mensaje bíblico que dice: “No humillarás ni vejarás al forastero; recuerda que tú también fuiste forastero en el país de Egipto”.
   Saben también estas señoras: Alcaldesa y concejalas del Equipo de Gobierno, que con estas jerarquías de valores se encuentra el deseable equilibrio para que la nave municipal navegue por un mar más tranquilo y hacia un puerto seguro. Después con la ayuda de Dios y siempre con la brújula de la Ley, es de esperar que ninguna tempestad les haga naufragar.
    Por último, señora alcaldesa, señoras concejalas, muchas gracias por vuestra manera de ser, pensar, creer y hacer para tener pan y paz en Aranzueque.