En contestación a Serrano Belinchón respecto a Cataluña
Soy uno de esos muchos millares de personas que, según Belinchón, vinimos de otras regiones de España para colaborar en el crecimiento de Cataluña y sólo hemos conseguido sobrevivir lejos de ella.
Soy un asiduo lector de Nueva Alcarria, edición de los viernes. Suelo leer con mucha atención la sección de “Pueblo a Pueblo’, y especialmente las crónicas de Antonio Herrera Casado y las columnas de Pedro Villaverde, Luis Monje y José Serrano Belinchón, entre otros.
Me ha llamado la atención la columna ‘Con la ventana abierta’” de Serrano Belinchón del jueves día 11 de octubre, supongo que jueves porque el viernes 12 era Fiesta Nacional. Lleva por título: ¡Y Cataluña erre que erre!
Me siento aludido en dicha columna, ya que soy uno de esos muchos millares de aluvión que, según el propio Serrano Belinchón, vinimos de otras muchas regiones de España (yo, de las tierras de Molina, Turmiel) para colaborar en el crecimiento de Cataluña y sin embargo, al huir de nuestra tierra, sólo hemos conseguido sobrevivir lejos de ella.
No sé si soy una de esas raras excepciones, que alude el señor Serrano Belinchón, pero me considero representante de muchos paisanos que, como yo, tuvimos que salir de nuestra querida tierra en busca de las oportunidades que en ella no teníamos. Lo cierto es que la mayoría de nosotros nos sentimos acogidos y pudimos desarrollar nuestras habilidades personales hasta conseguir un bienestar, que en nuestra tierra hubiera sido imposible.
La mayoría de nosotros hemos echado raíces aquí y nos sentimos integrados en esta tierra, pero siempre estará por debajo del amor que sentimos por la de nuestra procedencia con la que jamás perdemos contacto, tanto visitándola de vez en cuando o, como en mi caso, recibiendo información a través de este periódico.
Dicho todo esto, creo que, sobre la situación actual de Cataluña, la información que llega a través de los medios es totalmente parcial, partidista e incompleta. Cada medio enfoca la información según los intereses de su editorial o simplemente para atender los deseos de sus lectores y a veces responde a una opinión personal, como supongo es el caso del señor Serrano B. Creo sinceramente que su opinión se debe a la información de algunas personas que han pasado por aquí y se encuentran en la situación que él comenta. Es por esto que envío este escrito para que se conozcan otras opiniones al respecto.
Hay muchísimas familias, como la mía, en las que convivimos felizmente a pesar de que discrepamos muchísimo sobre el “procés” hacia la independencia. Respetamos y aceptamos las opiniones de los otros y, si más no, procuramos evitar hablar del tema. Personalmente pienso que debe haber unos intereses patrios y de superioridad que han llevado a parte de nuestros mandatarios a hacer un discurso que fomente la animadversión, por no decir el odio, hacia los otros y han conseguido popularizar el tema a base de engañar a la gente con promesas imposibles de cumplir. Ahora el asunto se les ha ido de las manos, porque muchos fanáticos de sus ideas quieren que se cumplan las promesas que se les hicieron y nos encontramos con un “populismo” que crece cada vez más y no se sabe cómo pararlo.
La realidad es que a muchos de nosotros sólo nos interesa el bienestar social y la convivencia pacífica y es una pena que por culpa de unos fanáticos de ambas partes estén creando un malestar que poco a poco va socavando esta convivencia pacífica.
No quiero acabar sin decirle al señor Serrano Belinchón que estoy totalmente en contra del independentismo y por nada del mundo quisiera que Cataluña se desmembrara de España.