Fuerzas naturales
Claro está que cuando estos desastres ocurren llevándose por delante vidas humanas y un sinfín de calamidades, hemos de reflexionar si la acción del hombre sobre la tierra es lo más acertada posible.
La desgracia que estos días se vive en parte de España, de manera acusada en la comunidad de Valencia nos lleva hoy a destacar las fuerzas que la naturaleza tiene o al menos alguna vez nos demuestra. Los episodios terribles que estamos padeciendo en más de un lugar con muertes y destrucciones han de hacer pensar y modificar tal vez la forma en que a veces hayamos podido tratar a la madre Naturaleza. No somos expertos en estos temas, pero tal vez algo de responsabilidad tengamos en estas catástrofes que llamamos naturales porque son la lluvia y las tormentas las causantes de las mismas. Grandes personajes han dejado frases sobre la naturaleza como Montaigne que dejó escrito aquello de que “la Naturaleza es una suave guía, pero no tan suave como prudente y justa”, Averroes añadía que “En la Naturaleza no hay nada superfluo y Francis Bacon que “a la naturaleza no se la vence sino siguiéndola”. Claro está que cuando estos desastres ocurren llevándose por delante vidas humanas y un sinfín de calamidades, hemos de reflexionar si la acción del hombre sobre la tierra es lo más acertada posible. Nada sabemos de cataclismos aunque sí algo de las funestas y terribles consecuencias que dejan a su paso como recientemente hemos visto. “La madre Naturaleza obra sin maestros” en frase de Hipócrates. Podríamos recordar muchos episodios y en concreto, en nuestro caso particular, una riada en Huertapelayo, cuando éramos unos chavales, que dejó sepultada a dos personas, sin lamentar heridos.
Lo único positivo de lo sucedido ha sido la constatación de que estas desgracias sacan lo mejor de las personas con gran cantidad de voluntarios ayudando y otros muchos aportando bienes para los que se han quedado sin nada. También hay que lamentar que haya gente que se aproveche de la desgracia para saquear, pero son una minoría. De los políticos mejor no hablar.