La llave del año

14/05/2017 - 14:17 Pedro Villaverde Martínez

 Hoy cuando todo parece invitar a que gocemos del buen tiempo que tiene que llegar y esperemos que no tarde, hemos de ponernos una vez más a echar cuentas con Hacienda.

Nos encontramos ya metidos de lleno en este mes de mayo del que se dice tener la llave del año. El tiempo suele ser más benigno aunque tampoco es de fiar, pues por estos lares tenemos que estar hechos, como está sucediendo,  a que el frío todavía pueda hacerse presente, más si tenemos en cuenta aquello de que hasta el cuarenta de Mayo no te quites el sayo. En lo político no cesa la calentura, pues el cotarro está en constante ebullición.  Esperemos que los acuerdos políticos lleguen pronto porque de lo contrario no tendremos dinero para otra cosa que para hacer elecciones, mociones de censura...y tantas otras cosas como acompañan al complejo arte de la gobernación. Uno se pregunta si sabemos cuánto nos cuesta, aunque lo que sí sabemos es que es un gasto necesario. Cuando llega mayo el campo nos alegra con el paisaje renovado y agradable. Quisiéramos olvidarnos de tantos problemas como el diario vivir nos depara. El optimismo suele ser el mejor remedio, aunque la realidad sea luego  más testaruda y no siempre la que desearíamos. Hoy cuando todo parece invitar a que gocemos del buen tiempo que tiene que llegar y esperemos que no tarde, hemos de ponernos una vez más a echar cuentas con Hacienda. Pero titulamos nuestro comentario “la llave del año” porque la mies que ha de cosecharse encuentra en este mes de mayo el tiempo más oportuno para que la cosecha sea abundante o pueda truncarse. Cierto que ahora el campo parece que tenga menos  importancia, pero no es así,  pues no olvidemos que aunque no sólo de pan viva el hombre es ésta una vianda muy necesaria en cualquier mesa. Deseando están los agricultores de recolectar y que la recolección sea buena. La política es algo que acompaña al hombre necesariamente y sin política caeríamos en un caos difícil de superar. Pero no insistamos en lo evidente. Pidamos honradez una vez más en todos y ahora muy especialmente en los políticos y sálvese el que pueda los que tan mala estampa y ejemplo parecen darnos.  Pero como por mucho predicar no parece que vayamos a tener más trigo, y a buen entendedor pocas palabras bastan, dejémonos de aconsejar sabedores además de que el que aconseja no va. Tengamos pues un mayo que recordar por algo positivo y bueno para todos. rá la realidad la que mande. Y que esa llave del título esté para hacer buen uso de ella.