La otra cara de la conciliación laboral


Desde el colectivo de auxiliares sanitarios de la Residencia de Mayores “Los Olmos” de Guadalajara, perteneciente a la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, queremos exponer un serio problema que llevamos padeciendo desde hace ya algún tiempo.

Desde el colectivo de auxiliares sanitarios de la Residencia de Mayores “Los Olmos” de Guadalajara, perteneciente a la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, queremos exponer un serio problema que llevamos padeciendo desde hace ya algún tiempo.
    Un grupo de compañeras disfrutan de una reducción de jornada, concedida al amparo de la  Ley para la Conciliación de la Vida Familiar y Laboral. Esta reducción implica que esas compañeras no trabajan la totalidad de la jornada y tampoco realizan turnos de tarde de lunes a viernes.
    Estamos de acuerdo en la concesión de esas reducciones, por conciliación familiar, pero exigimos que se contrate al personal necesario para cubrir las franjas horarias de los turnos de trabajo que quedan sin personal. Esto no ocurre, ahora mismo, e implica que el resto de la plantilla se ve obligada a realizar un elevadísimo número de “incidencias” (acudir a trabajar cuando se encuentra de libranza o cambiar de turno de mañana a tarde) para cubrir esos huecos.  Lo que provoca que nuestra vida familiar se resienta, más si cabe cuando esta situación lleva muchos meses prolongándose en el tiempo sin que la Administración adopte medidas para solucionar el problema. No se puede desvestir un santo para vestir a otro. Todos los trabajadores y trabajadoras de la Junta tenemos los mismos derechos. La conciliación de la vida laboral y familiar es una importante conquista pero no puede basarse en que unos trabajen “a destajo” para que otros concilien.
    Queremos transmitir a la Administración nuestra desazón por su falta de interés en la resolución de este problema. Nos gustaría señalar, además, que la acumulación desmesurada de horas de trabajo en el colectivo implica, a corto plazo, un incremento de las bajas por sobrecargas musculares, dolores articulares, “burn-out”, etc. El supuesto “ahorro” que supone no contratar más personal para cubrir las conciliaciones acarrea, en realidad, un mayor gasto para los contribuyentes (en forma de horas extras por cambios de turno e incidencias, coste de las bajas por accidente y/o enfermedad laboral y deterioro de la calidad del servicio).
    Esperamos que nuestra reclamación sea tenida en consideración y que, a la mayor brevedad, se articulen las medidas necesarias para solucionar este problema.