La urna que acogió los restos mortales de los políticos liberales de Guadalajara Moreno y Marlaska

24/11/2024 - 11:27 Eduardo Díaz

La urna de Moreno y Marlasca permaneció durante muchos años guardada en unos almacenes municipales. Fue rescatada en 1970.

Durante el reinado de Fernando VII en España, se produjeron numerosas revueltas civiles ante el Palacio Real. Ante ello el monarca nombró una Junta Provincial de Gobierno, para caminar por la senda constitucional que se redactó en las Cortés de Cádiz en el año 1812.

Pero pasados unos años el Rey Fernando VII no cumplió su promesa y consiguió el apoyo de monarcas absolutistas europeos. Prueba de ello fue la llegada a España del ejército francés, con más de 132.000 soldados, llamados popularmente como los ‘cien mil hijos de San Luis’.

El gobierno liberal no consiguió el apoyo del pueblo  para combatir al ejército galo, lo cual produjo numerosos altercados en diversos puntos del territorio español. El 10 de agosto de 1823, en Guadalajara el pueblo llano culpa a los liberales de todos los males que se producían en la ciudad. Ese mismo día el militar liberal José Marlasca es brutalmente asesinado, siendo su cadáver arrastrado por las calles de la ciudad arriacense al grito de: “ Vivan las caenas”. El uno de noviembre de ese mismo año vuelven de nuevo las revueltas por diversos lugares de Guadalajara. Unos exaltados se dirigen al domicilio del joven político liberal José Antonio Moreno y una vez sacado a empujones del interior de su casa, es asesinado, llevando sus miembros mutilados por las calles céntricas de la ciudad.

Una vez llegado el reinado de Isabel II de España, el 7 de mayo de 1842, la ciudad de Guadalajara rindió un sentido homenaje a los políticos liberales asesinados diecinueve años antes. A las cuatro de la tarde de ese histórico día, miembros del Ayuntamiento y Diputación de Guadalajara se reunieron en las Casas Consistoriales y se dirigieron al lugar en donde se encontraban enterrados Moreno y Marlasca, para introducirlos en una urna de alabastro. Posteriormente en la iglesia de San Nicolás se realizó un funeral simbólico en su honor, con el templo totalmente abarrotado de fieles.

El Ayuntamiento de Guadalajara puso el nombre de José Marlasca a la céntrica plaza de Santo Domingo y permaneció con este nombre hasta el año 1931, que fue reemplazada con el nombre de Pablo Iglesias. Esta céntrica plaza de Guadalajara recibió posteriormente el nombre de General Mola a partir del año 1939 y en el año 1981 volvió a su nombre original de Santo Domingo. Fue en la década de los años 90 del siglo XX, cuando José Marlasca recuperó su recuerdo en la ciudad de Guadalajara, en una plaza que surgió tras el derribo del antiguo convento de los Paules. 

Para el liberal Julián Antonio Moreno, el ayuntamiento eligió poner su nombre a la plaza frente a la Diputación Provincial; tras un largo paréntesis en el cual a la plaza se la denominó como Alférez Provisional. En el año 1981 volvió a denominarse como plaza de Moreno.

La urna de Moreno y Marlasca permaneció durante muchos años guardada en unos almacenes municipales. Fue rescatada en 1970, colocándose en unos jardines del cementerio municipal. Posteriormente en el año 2001 fue colocada frente a la fachada de la pequeña iglesia del cementerio, en un jardín con estanque y sobre una piedra de granito con un pequeño mosaico en recuerdo a los liberales muertos por sus ideas en 1823. En la actualidad el pedestal sigue permaneciendo en el jardín junto al pequeño estanque y la urna se ha trasladado al recientemente inaugurado museo del cementerio, el cual se encuentra junto a la antigua casa del guarda.