No hubo forma de derribar el muro del Manzanares

17/04/2016 - 16:37 Rubén Martínez

Azuqueca y Manzanares firmaron las tablas en un partido en el que ambos jugaban por objetivos ampliamente dispares –los rojinegros por asegurar la segunda plaza; los manchegos, por su supervivencia en Tercera– pero esa diferencia clasificatoria no se tradujo en el rectángulo de juego. El conjunto de Joselu salió con la intención clara de llevar el peso del partido pero no pudo materializar ninguna de las muchas, y algunas muy buenas, ocasiones de las que dispuso.
    Desde el inicio, los locales impusieron su estilo con presión alta y balones directos hacia la testa de Esaú. En la contención, un sobresaliente Dani Ro y en la elaboración, el sentido del juego  propuesto por Roberto Izquierdo. De esta manera, el Azuqueca embotelló al Manzanares desde el pitido inicial. Prácticamente los de Guillermo Alcázar no salieron de su campo en una primera media hora apabullante de los azudenses. Lástima que ninguna de las ocasiones generadas –casi todas a balón parado– acabara en la red. Las más claras las tuvo Miguelón en sendos saques de esquina. El primero, en el minuto 17 se estrelló en el larguero; el segundo, ya pasada la primera media hora, provocó una buena palomita del arquero visitante Rodri.
    Quiso desprenderse del acogotamiento el Manzanares adelantando la línea defensiva y al menos consiguió que el Azuqueca no se acercara tanto en el último cuarto de hora del primer acto. No obstante, asumió riesgos. Dado que los mediapuntas Gonzalo y Rojas no entraban demasiado en juego, Tena o Roberto Izquierdo intentaron varios desplazamientos directos hacia Esaú a la espalda de la defensa manzanareña y a pesar de varios uys! ninguna acción cristalizó en gol por lo que se llegó al descanso con 0-0 en el luminoso.

Precipitación
Tras el paso por los vestuarios, el guión fue más o menos el mismo, con el Azuqueca como claro dominador buscando la meta contraria y el Manzanares buscando un contragolpe. Cada uno en su propósito estuvieron imprecisos y precipitados, sin generar aproximaciones claras eso sí con mucha lucha en el centro del campo.
    Por parte del Azuqueca salió Guille cuyo desborde supuso siempre un serio peligro para el 0-0. De él brotaron varias acciones de peligro y el partido subió en temperatura, se convirtió en un correcalles del que tampoco supieron sacar rédito los visitantes. Al conjunto rojinegro le faltó creatividad unas veces y precisión otras aunque siempre, o casi siempre, acaba teniendo su ocasión. Esta llegó en el minuto 87 en una salida en falso del meta Rodri que dejó solo (aunque algo escorado) a Esaú, que desde el pico izquierdo del área no acertó a puerta vacía. Ya en la última jugada, el cancerbero manzanareño salvó a su equipo con un auténtico paradón a disparo de Guillermo.