Nuestro periódico

11/06/2017 - 11:44 Luis Monje Ciruelo

Más de uno me ha dicho que aprendió a leer en la escuela pero practicó la lectura en casa con Nueva Alcarria a la que estaba suscrito su padre, continuando la suscripción de su abuelo.

Al ver el número de páginas que conforman habitulmente nuestro periódico en su edición de los viernes, pocas veces menos de setenta, y con frecuencia casi cien, o más, se me  ha ocurrido pensar cuánto tardarán por término medio en leerlo los suscriptores de los pueblos. Los más leídos calculo que más de una hora para hojearlo, pero los que lo hagan con más detenimiento, partiendo de que lo hacen con la tranquilidad y el sosiego propios del  mundo rural, es impredecible lo que pueden tardar. Después de un vistazo a la portada, que a veces es casi un sumario del contenido, muchos saltarán al “Pueblo a pueblo” para ver si aparece el suyo, y si no, alguno conocido o próximo. Verán luego las noticias de la capital, el resto de la información provincial y la de la Región. Muchos ( más de lo que se piensa) al abrir el periódico van derechos a buscar una determinada columna de colaboración “a ver qué dice esta semana mi amigo”, amigo con el que a lo mejor nunca han hablado, ni lo conocen, pero al que, a fuerza de leerlo semana tras semana, se considera unido  por lazos de amistad, pareciéndole que la escribe solo para él. Bastantes habrá que, aunque no tengan nada que vender o comprar, se lean hasta los anuncios, y no precisamente por los picantes. Y habrá más de un abuelo que se fije en las páginas de deportes para ver cómo va el equipo de su nieto. Cuando hay un escolar en casa, la llegada del periódico supone un motivo y una oportunidad para que lea un rato , y tanto es así  que más de uno me ha dicho que aprendió a leer en la escuela pero practicó la lectura en casa con Nueva Alcarria a la que estaba suscrito su padre, continuando la suscripción del  abuelo. Y, sin forzar el argumento, puede uno preguntarse cuándo y cuánto se leería en muchos hogares rurales si no fuera por el periódico que les llega puntualmente. Y ya puesto a hablar de la relación entre periódico y suscriptores quiero decirles a estos que tienen la oportunidad de denunciar o destacar los problemas y necesidades de su pueblo escribiendo cartas al director del periódico  para que lleguen a las autoridades provinciales y al público en general, cartas breves, no importa a mano, con DNI, que pueden escribir a su aire porque serán corregidas, si lo necesitan, por la Redacción. No cabe duda de  que la llegada cada semana del periódico altera beneficiosamente la monotonía del hogar aportando de golpe más de un centenar de pequeñas o grandes noticias, en su mayoría merecedoras de comentario.