Paro simbólico contra la despoblación

Una de las mayores preocupaciones de la provincia, de gran parte de ella, es la progresiva despoblación de diferentes comarcas. Fundamentalmente debida a la falta de tejido empresarial, que conlleva desempleo, y a lo que se liga la más difícil prestación de los servicios públicos necesarios para vivir en cualquier lugar. Al menos esta lacra tiene cada vez  un mayor contrapeso en la lucha contra la misma desde los poderes públicos y la sociedad en su conjunto. Frente a la resignación durante mucho tiempo hoy se puede afirmar que todas las administraciones y los numerosos colectivos implicados en la dinamización del medio rural han tomado conciencia para frenar, primero, la sangría y después revertir la situación para que los jóvenes que quieran quedarse o quienes busquen el estilo de vida que ofrece un pueblo puedan hacerlo. El viernes, Gobierno regional, Diputación, ayuntamientos, parlamentarios nacionales, las Cortes de Castilla-La Mancha, los grupos de desarrollo rural y numerosas asociaciones se unieron de manera simbólica a esos cinco minutos de paro convocados a nivel nacional por la Plataforma de la España Vaciada para visibilizar el éxodo rural y reclamar que se adopten medidas. El gesto se repetía en el resto del país evidenciando que no es tema de un partido político u otro, sino una situación general que afecta a todos y cuyas soluciones deben ser dadas desde la unidad y coordinación. En lo que a nuestra región se refiere la postura es inequívoca en este sentido. Las Cortes tienen una comisión específica para abordar el tema con el objetivo de firmar un pacto regional que será ejemplo para ese pacto nacional que reclaman desde la plataforma convocante. Desde el Gobierno regional, además, se ha creado la figura del comisionado para la despoblación que tiene contacto con todas las consejerías para que sus decisiones no olviden la situación de las zonas menos pobladas. Mientras tanto noticias como la inmediata recepción de la Real Fábrica de Paños de Brihuega, que formará parte de la Red de Hospederías regional, el prestigio  del aire puro de Campisábalos, el tercero más limpio del mundo, que se venderá en Asia o los hallazgos en la Cueva de los Casares aportan diferenciación a nuestras localidades que beneficia al turismo, sector a tener muy en consideración.