Por mayo era

Por mayo era, por mayo, cando la calor llega, cuando canta la calandria y contesta el ruiseñor…Así comienza el bello Romance del Cautivo…Cierto que cuando llega mayo el campo viste sus mejores galas y la naturaleza toda parece explotar en múltiple y variado colorido que no sabría copiar el más distinguido pintor. Pues mayo ha venido y ha presentado una de sus múltiples bellezas aunque también ha mostrado como preludio el inicio de un calor más propio del verano. Por supuesto que tampoco anda corto de refranes este mes. No podíamos pues dejar pasar este ya mediado mes de mayo sin tener para él el recuerdo, aunque sea reiterado, de ser un mes que tiene la llave del año. Este año el mes llega con unas primarias decisivas para el inmediato futuro del PSOE y unos Presupuestos que parecen igualmente determinantes para el día a día del buen gobierno, amén de una moción de censura con más de escenografía que de fondo o informaciones continuadas sobre asuntos de corrupción que a todos como sociedad nos deben avergonzar. Ya en otras ocasiones hemos repetido cómo los dioses hubieron de dotar al ser humano del arte político porque su gobierno se hacía imposible. Más de alguno pensará que eso que cuentan no se dio sólo al principio sino que el arte político es tan necesario al ser humano que sin él muy difícil sería la convivencia entre todos. Esperemos que ese arte político sepan usarlo quienes gobiernan  y quienes somos gobernados. Difícil lo tienen los que aspiran a gobernarnos porque esa moción no tiene visos de celebrarse ni parece que vaya a haber elecciones pronto para bien de todos pues necesitamos estabilidad, gestión  de un gobierno, ya estuvimos  mucho tiempo con uno en funciones, y no gastar tanto dinero en votar una y otra vez, fuera de lo que es una legislatura normal. Algo tendrá el poder cuando tanto es apetecido.  Y además es un arte o como queramos llamarlo tan necesario al hombre casi como el comer, pues sin alguien que dirija no sabemos hasta que punto llegaría la confusión, Uno piensa que hasta aquello de la Torre de Babel según nos han contado. Pero los gobernados nos merecemos los mejores gobernantes y en esta elección hemos de pedir que siempre acertemos, pues nos jugamos mucho.