Román y Rojo, una pugna igualada
La encuesta, encargada por Nueva Alcarria, desvela un empate en la intención de voto de los guadalajareños.
Dos hombres y un destino. Antonio Román o Alberto Rojo se sentarán en el sillón de la alcaldía de Guadalajara después de las próximas elecciones municipales. La encuesta, encargada por Nueva Alcarria, desvela un empate en la intención de voto de los guadalajareños respecto a los dos principales partidos políticos. Acabaron las mayorías absolutas. Es tiempo de pactos. Román podría conseguir el hecho histórico de ser el primer edil con cuatro mandatos al frente del consistorio. Esta circunstancia hace que sea conocido por toda Guadalajara, votantes de unas u otras siglas, y a pesar del tiempo de permanencia en el poder está bien valorado, aunque esta longevidad política es también su mayor debilidad. Hasta un 12% de los que le votaron en la pasada convocatoria ven con buenos ojos, según esta muestra, un cambio en el Gobierno. También cabe destacar la buena posición del candidato Alberto Rojo, que mejora los resultados de las anteriores elecciones para los socialistas, es bastante conocido por los ciudadanos, en parte porque es vecino de la ciudad de siempre y en los cuatro últimos años ocupa un cargo de responsabilidad que hace su presencia habitual en la vida pública, y además goza de buena valoración. Dos buenas cabezas de cartel para una contienda abierta, reñida, que desempatarán los minoritarios. Por primera vez entrará en el Consistorio la fuerza emergente de Vox, las confluencias de izquierdas que irrumpieron con fuerza en 2015 perderán peso, en parte por presentar dos candidaturas, y el papel de Ciudadanos se antoja determinante. El resultado de las elecciones generales puede influir en la tendencia de voto y en la política de pactos. Son incógnitas hoy. En un marco en el que por pocos votos se puede ganar o perder un concejal la partida en nuestra capital está por jugar. Una encuesta es una instantánea de un momento concreto que variará pero que deja algunas lecturas y en este caso es la de la igualdad entre los favoritos y la necesidad de acuerdo.