Romper España
No se puede dialogar con aquellos que el único razonamiento que reconocen es que se les conceda la independencia.
Hace un tiempo me propuse olvidarme de los escritos de opinión sobre los problemas que cada día afectan a la sociedad en sus más variadas facetas dejando este cometido a los profesionales, tertulianos o comentaristas. Pero es muy grave lo que está ocurriendo en los últimos meses para permanecer callados cuando pretenden romper España.
No se dan cuenta esos independentistas antisistemas, salvadores del pueblo tipo Nicolás Maduro o Kim Jong-un, que lo de menos sería que se fuesen con su música a otro lado pero con todas las consecuencias. Algo que no puede ser, ya que una parte de los catalanes que están callados por miedo a las bravuconerías y amenazas de los separatistas tipo abertzale no quieren dejar de ser españoles.
No quieren reconocer los señores Puigdemont, Junquera y compañía que si el 1-0 les permite celebrar el referéndum habrán fragmentado la unidad de España, les seguirán los vascos o cualquier región que desee independizarse. Incluso Cortes de Tajuña, Villaverde del Ducado, Tortonda o Garbajosa podrían gobernarse sin depender de Alcolea del Pinar.
La oposición política habla de solucionar este conflicto dialogando. Pero no dicen que no se puede dialogar con aquellos que el único razonamiento que reconocen es que se les conceda la independencia. ¿Qué dialogó la República cuando Lluis Companys en octubre de 1934 propuso la proclamación del Estado Catalán?
No reaviven lo sucedido en la ya ex Yugoslavia a principios de los años noventa ni pretendan volver a 1027, tiempo de los califatos con España dividida en territorios independientes o reinos de taifas. Hay cosas más importantes que solucionar antes de querer romper la unidad de todos.