Sale la Borriquilla en Guadalajara
Centenares de personas la han acompañado en el desfile procesional hasta el Fuerte de San Francisco, entre ellas numerosas autoridades. FOTO: RAFAEL MARTÍN
Bendición de Palmas y Ramos de olivo en la Plaza de Santo Domingo; Borriquilla, Cofradías, Hermandades, autoridades políticas, institucionales, eclesiásticas, miles de vecinos… Nadie quiere perderse estas pinceladas que conforman la colorista, a la par que solemne, Procesión del Domingo de Ramos, que se vive como siempre, es decir, como si fuera la primera vez que se celebra en la capital un evento religioso de gran trascendencia cultural, tradicional, espiritual y turística.
Acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno; el Grupo de Tambores de la Cofradía de la Pasión del Señor; el presidente de la Junta de Cofradías, José González Vegas; hermanos mayores y representantes de las Cofradías, la comitiva procesional sale esplendorosa desde la iglesia de San Ginés con el objetivo de recorrer el camino que la separa el templo del Fuerte de San Francisco, pasando por calle la Carrera y plaza de Bejanque.
Pero antes se produce la Bendición de Palmas y Ramos de olivo –símbolo de vida y del triunfo de Cristo– en la plaza de Santo Domingo. Allí, el vicario general diocesano, Agustín Bujeda, lee el evangelio y bendice las palmas y ramos. El obispo hace lo propio en Sigüenza, por primera vez tras suceder a Don Atilano. Atendiendo su lectura y en procesión están miembros de la Corporación Municipal, con la alcaldesa, Ana Guarinos, a la cabeza; el teniente de alcalde, Francisco Javier Toquero; o concejal del PSOE, ex alcalde de la capital y diputado nacional por Guadalajara, Alberto Rojo; la subdelegada del Gobierno, Mercedes Gómez; la consejera de Igualdad, Sara Simón; la senadora socialista, Araceli Martínez; la senadora del PP, María Patricio; así como los diputados regionales del PP por Guadalajara, Itziar Asenjo y Nacho Redondo entre otros.
Abre el cortejo procesional, una representación de cada una de las cofradías que componen la Semana Santa de Guadalajara, con la participación de seis hermanos de cada una de ellas, vestidos con sus correspondientes hábitos y sin capirote y acompañados por el estandarte de cada un de ellas. Después, la imagen de la Borriquilla, acompañada por los niños de la ciudad y, detrás, las autoridades eclesiásticas, los hermanos mayores de las cofradías representando a éstas y a la Junta de cofradías de Semana Santa. Por último, las autoridades civiles de la ciudad.
Una vez que la procesión llega a la iglesia de San Francisco se celebra la Solemne Eucaristía que es oficiada por el vicario general diocesano, Agustín Bujeda.
Este evento está declarado de Interés Turístico Regional el 23 de febrero de 1999, por su efectista, pero sobria, combinación de religiosidad y arte, devoción, emoción y colorido, que congrega cada año a miles de guadalajareños y de forasteros llegados desde los rincones más dispares para presenciar los solemnes pasos procesionales de las Cofradías y Hermandades de Guadalajara.
La procesión es conocida popularmente como la de la Borriquilla, por ser la imagen que la preside, la de Jesús montado en una borrica, tal y como nuestro Señor hizo su entrada triunfal en Jerusalén.
Por la tarde, a las 20.00 horas, tendrá lugar el traslado del Cristo de la Expiración desde la capilla del Cementerio Municipal, por la calle del Río, Madrid, Plaza de España, Miguel Fluiters hasta la iglesia de Santiago Apóstol, acompañado por el Grupo de Tambores de la Cofradía de la Pasión del Señor.