Sociedad violenta

26/11/2016 - 13:36 Pedro Villaverde Embid

Los números siguen sorprendiendo y también el hecho que muchos de estos delitos se cometan entre personas jóvenes, las que a priori más interiorizada deberían tener la igualdad entre sexos en el trato y la convivencia diaria.

Como cada 25 de noviembre debemos condenar de manera contundente la execrable lacra de la llamada violencia de género o machista lamentando que estas actitudes delictivas no solo sigan existiendo sino que además no disminuyan, o todo lo contrario, con el paso del tiempo. Las cifras de mujeres muertas o heridas son escandalosas. En nuestra provincia no se ha registrado ningún fallecimiento desde el crimen de Cifuentes o aquella mujer que apareció asesinada en las inmediaciones del Hospital. Sin embargo si existen agresiones, como nos informa la Policía Local. Esta misma semana recogemos como con un chico de 23 años ha pegado a su pareja menor de edad y no es un caso aislado. Los números siguen sorprendiendo y también el hecho que muchos de estos delitos se cometan entre personas jóvenes, las que a priori más interiorizada deberían tener la igualdad entre sexos en el trato y la convivencia diaria. Otro problema, y eso agrava aún más la realidad, es que hay un importante rebrote de la violencia entre los adolescentes, incluso entre los niños. El acoso en las aulas y patios de los colegios e institutos y a través de las nuevas tecnologías va en aumento. Son demasiados, normalmente en pandilla, los que se exceden física o verbalmente abusando, insultando y maltratando a otro de la clase, llegando a mostrar una crueldad que pone los pelos de punta. No es en estos casos el machismo la causa, incluso hay muchas agresoras en estos grupos, sino la maldad, la ausencia total de respeto, el desprecio a los demás. Las campañas institucionales, a través de distintos cauces (el Gobierno regional lleva a cabo ahora una iniciativa a través de las redes) o la inversión en políticas de igualdad, se hacen más necesarias que nunca, pero también el trabajo con los chavales, el estudio sociológico de un fenómeno demasiado extendido. Hace falta más vigilancia en los centros educativos, detectar mejor cuando un alumno está sufriendo una situación de abuso o una mujer puede estar siendo víctima de violencia y no haberlo manifestado, denunciar cualquier sospecha al respecto y castigar ejemplarmente a los violentos. Tolerancia cero, por supuesto, pero también reflexión sobre el porqué de estos injustificables hechos a edades tan tempranas.