Sombras de Navidad

29/10/2022 - 14:31 Antonio Yagüe

Dicen los literatos que tras todas luces se esconden sombras. Durante las Navidades pasadas seis urbes destinaron 9 millones de euros a sus alumbrados, en un país en que, según Eurostat (el INE comunitario), uno de cada diez ciudadanos no puede permitirse calentar su hogar por no poder pagarlo.

De unos años a esta parte, en llegando noviembre la Navidad desembarca en las ciudades españolas. El primer edil y los que van de reata se lanzan a una especie de batalla estética por la iluminación más bestia. La contienda también es político-religiosa, con despliegue de banderas y profusión de ceremonias, e incluso ecológica o verde a ver quién la presenta como más sostenible.

Algunos se jactan de destinar acertadas “partidas presupuestarias” en despliegues lumínicos para que estas fechas sean hermosas, incentivar las ventas en comercios y atraer a miles de turistas al espectáculo del encendido. Casi una ganga, como se decía y soñaba cuando no las había, ni crisis económicas encadenadas, gasoductos y restricciones variadas como rebote de sanciones a Rusia.

“La Navidad empieza en el planeta cuando encendemos las luces en Vigo”, viene fardando su alcalde, el socialista Abel Caballero. Este año, prendiendo 11 millones de bombillas el 19 de noviembre. Otras capitales y municipios más modestos parece que se han cortado un poco y han retrasado a primeros de diciembre los encendidos, que iluminarán sus calles menos horas al día. 

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, sostiene que el coste de 180 euros la hora de iluminación es “perfectamente asumible”. Y con el mismo presupuesto de 2021 (3,6 millones de euros). En cualquier caso, es un derroche que no casa con la petición de ahorro al ciudadano, contribuyente o no.

Dicen los literatos que tras todas luces se esconden sombras. Durante las Navidades pasadas seis urbes destinaron 9 millones de euros a sus alumbrados, en un país en que, según Eurostat (el INE comunitario), uno de cada diez ciudadanos no puede permitirse calentar su hogar por no poder pagarlo, casi 13 millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, y ni Caritas se atreve a cifrar con exactitud los centenares de miles de personas en las largas colas del hambre.