Un director de cine que fue muy querido en Guadalajara: Miguel Picazo

05/07/2020 - 12:30 Eduardo Díaz

En el domicilio de su madre en Guadalajara formó un Club de Cine.

En el rincón de esta semana vamos a recordar al director de cine, Miguel Picazo, el cual siempre llevaba a Guadalajara en su corazón. Miguel nació en la localidad jienense de Cazorla el 27 de marzo de 1927 y siendo muy joven se trasladó al domicilio de su madre, Antonia Dios Cantero, en la plaza de Dávalos, lugar muy conocido ya que por las tardes impartía clases de mecanografía y taquigrafía. Miguel Picazo comenzó a estudiar en el instituto “ Brianda de Mendoza”, dentro del palacio de don Antonio de Mendoza.

Desde muy joven se sintió atraído por el mundo cinematográfico y fundó un cine- club en nuestra ciudad, el cual fue clausurado por las autoridades gubernativas. Su primer trabajo como director de películas fue  Jimena, pero la censura de aquellos tiempos impidió su estreno en las salas cinematográficas. Su primera película estrenada fue La Tía Tula, una adaptación de la novela de Miguel de Unamuno que recibió los premios “Perla del Cantábrico de Santander”  a la mejor película de habla hispana y el de San Sebastián al mejor director.

La Tía Tula se rodó en su mayor parte en Guadalajara con escenas en la calle Mayor, el cementerio y la estación de ferrocarril. Esta cinta narraba la historia de Tula y sus vivencias con su cuñado, el cual había enviudado, y sus dos sobrinos. Su estreno en Guadalajara fue el 17 de octubre de1966 en el ya desaparecido Teatro Liceo de la calle del Carmen que ese día tuvo un lleno absoluto. La presentación corrió a cargo del locutor de Radio Juventud, Martín Martín, y posteriormente hablaron el propio director y los protagonistas Aurora Bautista y Carlos Estrada. 

Durante su discurso  Miguel Picazo hizo hincapié de manera simpática en el tijeretazo de la censura a tres escenas del film  que quitaron la gracia de la película.

Con el paso del tiempo Miguel Picazo protagonizó películas como: Extramuros, Oscuros sueños de agosto e igualmente series televisivas como Los Claros motivos del deseo y el Hombre que supo amar. En el año 1977 Miguel Picazo recibió el Premio Goya de Honor en reconocimiento a su dilatada labor dentro del séptimo arte.

En el domicilio de su madre en Guadalajara, Miguel Picazo formó un Club de Cine de forma clandestina y gracias a ello sus más allegados pudieron disfrutar de la película El Ultimo Tango en París, antes de estrenarse en Francia y todo ello se suma al regalo que le realizó su amigo Marlon Brando nada más de terminarse  la grabación de la cinta.

 

Miguel Picazo fue nombrado “ Hijo Adoptivo de Guadalajara” en el año 1996 y a principios del año siguiente el Ayuntamiento de Guadalajara realizaba una exposición con imágenes de sus películas y le entregaba el título de Hijo Adoptivo en el salón de plenos de la Casa Consistorial.

El 23 de abril de 2016 Miguel fallecía en su tierra natal y al año siguiente una moción en el Ayuntamiento de Guadalajara aprobaba el poner su nombre a una calle de la ciudad arriacense, han pasado ya tres años y esta decisión municipal todavía no se ha llevado a cabo.